«Quiero hacer una declaración breve y respetuosa». Con esa actitud, respeto institucional y brevedad en la exposición, el síndico de Cuentas, Miguel Ángel Cabezas de Herrera, valoraba a las tres de la tarde el anuncio que acababa de hacer María Dolores de Cospedal de suprimir la Sindicatura de Cuentas para que sea al Tribunal de Cuentas del Estado el que fiscalice la cuenta general de la Junta. Eso sucederá a partir del 22 de noviembre de este año, que es cuando finaliza su actual mandato Cabezas de Herrera.
El síndico ha defendido como «eficaz» el trabajo de la Sindicatura en sus más de tres lustros de vida. «Hace poco dije que lo importante no es tanto la existencia o no de la Sindicatura, sino la garantía del ejercicio de la actividad fiscalizadora. Ante el anuncio de la presidenta hay que respetarlo y no se puede adoptar otra posición que no sea la del respeto institucional».
Cabezas de Herrera no había sido avisado de que la intención de la presidenta era suprimir la Sindicatura y de lo anunciaría en el Debate del Estado de la Región, pero ha afirmado que «era previsible» a tenro de las recomendaciones que el Gobierno de España ha hecho a las comunidades autónomas para que no dupliquen en sus territorios los órganos que ya existen en el Estado.
Sobre si cree que el Tribunal de Cuentas tiene capacidad de fiscalizar las cuentas de la Junta con la misma celeridad que la Sindicatura, Cabezas de Herrera dijo que «sería imprudente y ofensivo hacer una afirmación de que el Tribunal de Cuentas tarda 10 años en sus informes», como acababa de afirmar el secretario general del PSOE, Emiliano García-Page. «No hay que presuponer nada, la Sindicatura trabajará los meses que quedan para que Tribunal de cuentas pueda continuar la actividad».