El portavoz del grupo parlamentario popular en las Cortes, Francisco Cañizares, ha criticado hoy la actitud de «matonismo» del PSOE durante el debate de la reforma del Estatuto de Autonomía para reducir el número de diputados regionales y les ha acusado de actuar como en el «patio de una prisión».
Francisco Cañizares ha afeado en rueda de prensa los gritos de «pucherazo, pucherazo» de los diputados socialistas en el pleno y el intento de entrega de un puchero a la presidenta regional, María Dolores de Cospedal, por parte del diputado socialista Luis Santiago Tierraseca.
A juicio del portavoz del PP, la actuación del parlamentario socialista ha sido «propia del patio de una prisión» y una «provocación clara, buscando un enfrentamiento físico» con el consejero portavoz de la Junta, Leandro Esteban, quien ha interceptado el puchero.
«Indica la calaña de ese diputado, famoso por sus exabruptos y salidas de tono», ha lamentado.
A su juicio, el grupo parlamentario socialista es un grupo, no en manos del secretario general del PSOE castellanomanchego, Emiliano García-Page, que «nuevamente no aparece en las Cortes», sino «en manos de una persona en la cárcel», en referencia al extesorero del PP Luis Bárcenas.
Cañizares ha dicho que el PP ha sentido «vergüenza de ver el comportamiento del grupo socialista» y, especialmente, del vicepresidente de las Cortes y número dos del PSOE regional, Jesús Fernández Vaquero, quien ha comenzado con los gritos.
«Ha dado un espectáculo lamentable a su edad, después del tiempo que lleva ha quedado como el animador del grupo socialista», ha dicho el portavoz del PP, quien ha apuntado que «no todos gritaban» y que ha habido dos ausencias, la del viceportavoz socialista, José Molina, y la presidenta del PSOE castellanomanchego y presidenta del grupo del PSOE en las Cortes, Matilde Valentín.