El presidente del PP, Pablo Casado, ha puesto a su partido en Castilla-La Mancha como única «alternativa al Gobierno socialista-comunista» que rige la comunidad autónoma, asegurando que va a trabajar junto al presidente de los ‘»populares» castellano-manchegos, Paco Núñez, para conseguir «el máximo apoyo posible» para gobernar, bien en solitario o bien con acuerdos -sin descartar a Vox- «que no condicionen los principios y los planes de futuro» de su formación.
Así lo ha asegurado tras ser preguntado en Ciudad Real por el acto que Vox celebró en la capital toledana este jueves y que llenó el salón de actos del Hotel Beatriz, ante lo que ha defendido que el PP ya ha demostrado que sabe pactar y negociar.
«Espero que podamos tener mayoría por nosotros mismos, y si hay necesidad de llegar a acuerdos, los que hemos demostrado por ahora que sabemos dialogar somos nosotros», ha insistido, apuntando que con la experiencia reciente en Andalucía las acusaciones de radicalidad vertidas desde la izquierda quedan desacreditadas. «Se quedan colgados de la brocha con ese discurso».
Aunque ha dicho que no es de su agrado tener que pactar, ha recordado que ya lo han hecho en Andalucía. Mientras, ha acusado a la izquierda, «quien fragmenta el espacio electoral», de «no ser capaces de hablar entre ellos».