No deja de ser una circunstancia curiosa por lo llamativa del titular, pero es la realidad. Castilla-La Mancha tiene en estos momentos un presidente del PSOE, que es Emiliano García-Page; y siete consejeros del PP o, lo que es lo mismo, todo el Consejo de Gobierno, en funciones.
El ya presidente de Castilla-La Mancha, el socialista Emiliano García-Page, es saludado por el todavía consejero de Educación, Cultura y Deporte en funciones, el «popular» Marcial Marín.
Por lo que Castilla-La Mancha tendrá, durante varios días, un presidente del PSOE y siete consejeros del PP.
¿Por qué? Pues porque si bien Emiliano García-Page fue investido presidente de la comunidad autónoma el miércoles 1 de julio, con lo que desde ese momento María Dolores de Cospedal ya es expresidenta regional, no sucede lo mismo con los consejeros, ya que éstos cesarán de sus cargos justo en el momento en el que Page firme los decretos de nombramiento de los nuevos, lo que no sucederá hasta la próxima semana.
El nuevo presidente podrá firmar esos decretos a partir de que tome posesión de su cargo, lo que sucederá el sábado 4 de julio a partir de las ocho de la tarde. Anunciará, él personalmente (como dijo a los periodistas hace unos días), su nuevo Gobierno bien el domingo 5 o el lunes 6. A partir de ahí firmará los decretos y el nuevo Gobierno de Castilla-La Mancha será una realidad.
Entonces los consejeros en funciones, y de ahí para abajo todos los directores generales y demás cargos públicos que dependen del Gobierno, dejarán de serlo.