La Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha recurrirá ante el Tribunal Supremo los trasvases del Tajo al Segura autorizados por el Gobierno central de los meses de marzo y abril, cuando en total se dio luz verde a derivar 76 hectómetros cúbicos, a razón de 38 hectómetros cúbicos cada mes.
El presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha anunciado la interposición de estos recursos este jueves, durante el acto de la toma de posesión de los vocales del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha Fernando Andújar y Javier de Irizar, celebrado en el Palacio de Fuensalida de Toledo, sede de la Presidencia de la comunidad autónoma.
Page ha explicado que estos recursos, que se plantearán este mismo jueves, implican sobre todo «tener una línea de coherencia», pues ha admitido que la normativa estatal contempla la aprobación de las derivaciones del Tajo al Segura tal y como se autorizaron y por ello ha subrayado la importancia de que se hayan modificado las normas del trasvase.
Confía en que la legislación europea acabe con el trasvase
Sin embargo, ha resaltado que la legislación europea, «que está por encima en sus directivas en la gestión del agua, es la legislación que más claramente va a poner fin al trasvase» y ha apuntado la obligatoriedad de Castilla-La Mancha cumplir también con las normas europeas.
«Todo el mundo sabe que es cuestión de tiempo» el fin del trasvase, ha afirmado Page, que ha resaltado que ya no solo es Castilla-La Mancha la que recurre las decisiones relacionadas con el Tajo-Segura, sino que «otras comunidades autónomas que nunca han recurrido están planteando recursos», pues consideran que las decisiones adoptadas en la línea de reducir las derivaciones de agua les perjudica.
Asimismo, y en la línea de cumplir con la normativa europea, ha recordado que Castilla-La Mancha también tiene previsto aprobar una Ley del Agua, de la que carece en la actualidad.
En conjunto, ha calificado de importante cumplir con las leyes y también «hacerlas bien», un apartado en el que, a su entender, Castilla-La Mancha puede estar «legítimamente orgullosa».