La presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, sostiene que en los cuatro meses del actual Gobierno regional, del PSOE, se han «eliminado avances y conquistas» debido únicamente -a su parecer- a un «afán partidista y de destruir».
Cospedal, junto a Vicente Tirado, durante su último Pleno en las Cortes de CLM.
En una entrevista concedida a la Agencia Efe, la también secretaria general de los populares analiza los primeros meses de gestión del actual presidente autonómico, Emiliano García-Page, un tiempo en el que, opina, se está llevando a cabo «una tarea de destrucción, no de construcción», que le produce tristeza y pena.
Y es que considera que, con independencia de quién haya gobernado la región, si se han puesto en marcha «cosas que son buenas para los ciudadanos, ¿te las tienes que cargar aunque no seas del mismo partido político?».
Es lo que, a su entender, está haciendo el Gobierno regional socialista en Castilla-La Mancha y para ilustrar su afirmación pone varios ejemplos, como el anuncio de revisar el convenio sanitario con la Comunidad de Madrid o no ratificar la licencia única de caza en toda España, que «se podría haber puesto en marcha ya y eso es muy bueno para la región».
La Cumbre Internacional del Vino y que tenía como objetivo «demostrar la excelente calidad de los vinos de Castilla-La Mancha», es otro de los proyectos que, según la expresidenta autonómica, «ya se lo han cargado simplemente porque lo hizo el gobierno de Cospedal o del PP».
«Me da mucha pena que sólo por afán partidista y de destruir se den marcha atrás en cosas que son muy importantes para la gente y para nuestro desarrollo económico y como región», afirma Cospedal.
Tampoco comparte la forma de proceder del Gobierno regional en relación con la supresión de los privilegios de los expresidentes autonómicos, unas prerrogativas a las que -indica- ha renunciado en tres ocasiones «pidiendo que se anule la ley» que las permite, aunque no se ha aprobado dicha modificación en las Cortes al recibir el voto en contra del PSOE.
Por ello, afirma que no entiende «el cinismo de García-Page que dice que no quiere quitar la ley que concede los privilegios» al tiempo que el Gobierno regional le ha remitido una carta en la que se le pide que renuncie a dichos privilegios por escrito.
«Yo he renunciado con mil altavoces. He presentado tres veces la misma ley en las Cortes: antes de ganar las elecciones, siendo presidenta y ahora», repasa Cospedal, que, por lo tanto, considera un trámite «absolutamente innecesario» contestar a dicha carta.
De este modo, denuncia «maniobras de distracción» por parte del Gobierno regional, que pretende que «todos juguemos a un juego, que es engañar a los ciudadanos, pero yo no juego a ese juego, que lo hagan ellos».
Además, urge al Ejecutivo regional a cambiar la ley, pues advierte de que si la norma sigue estando vigente, se puede dar el caso de «renunciar mañana y pasado mañana decir que se quieren volver a pedir».
Preguntada sobre la propuesta del Gobierno regional de aprovechar la modificación de la ley del Gobierno y del Consejo Consultivo para, además de suprimir los privilegios de los expresidentes, endurecer el régimen de incompatibilidades, Cospedal apunta que le «parece muy bien», pero que lo haga «luego» y ahora elimine las prerrogativas.
«Que ahora se regulen los lobbies, las presiones, los intereses de los cónyuges, de los hermanos, de los hijos, me parece fantástico, estupendo, fabuloso. Entonces nos vamos a enterar aquí de por qué han pasado algunas cosas. Pero eso no quita para que se pueda hacer antes lo otro», recalca Cospedal.
Otro de los temas en los que el Gobierno regional no actúa como debiera según Cospedal es Elcogas, cuyo cierre estaba programado para el 31 de octubre si bien el Ministerio de Industria ha concedido un aplazamiento de tres meses.
Esta suspensión de la orden de cierre, según Cospedal, refleja que «hasta el momento, el único que ha cumplido con sus obligaciones ha sido el Gobierno de España, ofreciendo todo lo posible para que la empresa siga adelante».
Afirma que, cuando ella era presidenta autonómica, ofreció «todo el apoyo que tenía que ofrecer» desde el Gobierno regional para que la planta de Puertollano no cerrara, mientras que en la actualidad «el único que no quiere colaborar es García-Page».
«Es el presidente sin competencias, porque nada es culpa suya, nada es responsabilidad suya, él no tiene que hacer nada, todo le toca a otro», ironiza Cospedal, que insta al presidente autonómico a que «se moje de una vez» con Elcogas, de forma que «además de declaraciones grandilocuentes, también se comprometa» a hacer una aportación económica.