La candidata del PPC a la Generalitat, Alicia Sánchez-Camacho, y la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, han expresado su apoyo al cava catalán y en general a los productos catalanes, y han dejado clara su oposición a cualquier boicot a los productos catalanes.
Coincidiendo con el ecuador de la campaña electoral, las dirigentes populares han visitado hoy en Sant S’Adurní d’Anoia (Barcelona) las cavas de Freixenet acompañadas por el presidente de la compañía, José Luis Bonet.
Ambas han subrayado que los españoles saben «separar» perfectamente las reivindicaciones independentistas de «determinados partidos nacionalistas» de los productos y las empresas catalanas, y Cospedal ha remarcado que un hipotético boicot sería «una solemne barbaridad».
En una campaña catalana marcada por el debate soberanista, algunos sectores del empresariado temen que una hipotética separación de Cataluña pudiera desencadenar un boicot comercial a los productos catalanes, y en especial al cava, por lo que la visita de hoy estaba cargada de intencionalidad política.
Cospedal y Sánchez-Camacho han defendido las «ventajas» de la «marca España» para empresas catalanas tan internacionalizadas como Freixenet frente al «separatismo» de CiU, que «cierra fronteras», han resaltado, mientras que Sánchez-Camacho ha remarcado que el cava «forma parte de la cultura catalana y española».
La número dos del PP y presidenta de Castilla-La Mancha y la candidata catalana han recordado que el cava ha acompañado las celebraciones de victorias de la selección española como «el Mundial y la Eurocopa» de fútbol, y también han invitado a consumir cava estas Navidades.
Cospedal está convencida de que la «inmensa mayoría de los españoles considera el cava catalán un producto de su país y les gusta celebrar las Navidades con este cava o el de otros sitios de España», y ha subrayado: «Aquí todos tenemos que defender lo de todos».
Ya en 2005, en pleno debate sobre el nuevo Estatut, Mariano Rajoy visitó Sant Sadurní y subrayó que batallaría «tanto» contra algunas cuestiones del Estatut que como contra quienes «realizaran boicot al cava», y hoy las dirigentes populares han insistido en esa idea.
El sector del cava sufrió menores ventas en el resto de España después de que el expresidente de ERC Josep Lluís Carod-Rovira, en noviembre de 2004, se opusiera a la candidatura olímpica de Madrid, en pleno debate sobre el nuevo Estatut.