La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha expresado su confianza en que el año que viene la región experimente «un mínimo crecimiento económico» y, al mismo tiempo, ha apuntado su deseo de que los «sacrificios» exigidos a los empleados públicos puedan ser «reversibles». Cospedal se ha pronunciado así en una entrevista conjunta que ha ofrecido a 16 medios de comunicación regionales con motivo del primer aniversario de su toma de posesión como presidenta de Castilla-La Mancha.
Una entrevista en la que ha afirmado que su balance del año es «muy positivo, muy ilusionante», pues se ha empezado «a cambiar el rumbo» y se han puesto «las bases para la recuperación económica y la creación de empleo».
Cospedal ha dicho ser consciente de que «ha sido un año complicado, un año difícil» y de que «todavía nos queda un tiempo algo difícil», pero está convencida de que se han tomado «las medidas necesarias para salir hacia delante».
«Los esfuerzos no van a caer en saco roto. Todavía tenemos que seguir pasando algunas dificultades, pero ya va siendo menos el tiempo que nos queda de aguantar esta decisión», ha declarado.
La presidenta regional ha expuesto que hay medidas de ajuste que se han adoptado «a las que se puede dar la vuelta antes de que termine la legislatura», entre las que cita el «sacrificio muy importante» exigido a los empleados públicos, a los que se ha bajado el sueldo un 3 por 100 y se les ha aumentado la jornada laboral.
Cospedal confía en que en 2013 haya ya «un mínimo crecimiento económico» en la comunidad autónoma, que este año está previsto que se contraiga un 2,2 por 100, al tiempo que espera que este mismo año se comience a crear empleo «tímidamente» pese a atravesar una recesión «muy grave».
De hecho, la presidenta autonómica ha dicho que «francamente» no espera que Castilla-La Mancha supere la barrera de los 300.000 desempleados.
Cospedal ha afirmado que, si no se hubiera visto apremiada por la urgencia de sanear las cuentas públicas, nunca habría tomado la decisión de recortar el sueldo de los funcionarios, pero sin embargo sí habría redimensionado el sistema sanitario e introducido la colaboración público-privada para hacerlo sostenible, sin que al ciudadano le cobren un euro.
«Si no, el sistema público sanitario no era sostenible, era difícilmente sostenible en época de bonanza», ha explicado.
También ha manifestado que el empleo es la principal prioridad de su gobierno y que «a eso» va a dedicar todos sus esfuerzos, también los económicos, cuando la situación económica mejore.
La presidenta regional ha subrayado la importancia de cumplir con el objetivo de reducir el déficit del 7,3 por 100 al 1,5 y ha dejado claro que, entre los defectos que le puedan achacar, hay uno que no quiere tener: que le digan que ha dejado Castilla-La Mancha «endeudada por los años de los años».