La presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, ha considerado que el presidente del Gobierno regional, Emiliano García-Page, «está empeñado en llevar a la región por el camino de la incertidumbre», porque esto únicamente «lleva a la parálisis, la recesión y los números rojos».
Cospedal, que hoy ha participado en un encuentro con parlamentarios y senadores castellanomanchegos en Ciudad Real, ha vuelto a reiterar al PSOE su oferta de diálogo, ayuda y colaboración, después de que Podemos diera por roto el pacto de investidura.
«Nos hemos ofrecido para trabajar de forma conjunta por los servicios sociales, para poder bajar los impuestos, para buscar soluciones para la función pública, para el medio rural y también por los empresarios», ha dicho la dirigente popular.
Sin embargo, ha lamentado que, enfrente, esta formación política haya tenido a un PSOE «empeñado en llevar a la región por el camino de la incertidumbre», algo que, ha señalado, es fruto de su «empeño» por pactar con Podemos.
En este sentido, ha dicho que este pacto entre PSOE y Podemos ha conducido a «la parálisis política y administrativa» a la región y ha señalado que esto se demuestra con «hechos significativos» como que estando a las puertas de terminar el mes de octubre, «no se sabe qué va a pasar con los presupuestos de la Junta del año que vienen».
Y ha indicado que la ejecución del presupuesto actual no cumple con los objetivos fundamentales, que «es salvaguardar los servicios sociales».
La también secretaria general del PP a nivel nacional ha puesto como ejemplo el hecho de que las listas de espera sanitarias hayan subido en 5.000 personas desde junio de 2015, fecha en el que el PP dejó el Gobierno regional.
Cospedal ha criticado también que la «inacción» del Gobierno regional le lleva a incumplir tanto su programa electoral «como su pacto de gobierno con sus socios de Podemos» y, sobre todo, que «no esté aprovechando el momento de consolidación económica para avanzar en crear empleo».
Para la presidenta regional del PP, la situación actual de Castilla-La Mancha evidencia que el «pacto de perdedores» ha llevado a la parálisis de la región y, en consecuencia, «a perder fondos para los agricultores, a que los funcionarios sean peor tratados que en otras regiones o a que se suban los impuestos en vez de bajarse».
Por eso, ha terminado diciendo que el PP es más importante que nunca en Castilla-La Mancha, con el fin de «preservar a diario aquellas ideas que hacen fuerte a una región».