La dirección del Partido Popular retoma el lunes 27 sus reuniones semanales de los lunes y sus trabajos ante el intenso otoño que se presenta, con la vista puesta en las elecciones vascas del 21 de octubre y en la campaña que prepara para defender las medidas económicas del Gobierno. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, preside en la sede nacional del partido esta reunión en la que están convocados cada semana los tres vicesecretarios generales -Carlos Floriano, Javier Arenas y Esteban González Pons-, el portavoz en el Congreso, Alfonso Alonso, el del Senado, Xosé Manuel Barreiro, y el del Parlamento Europeo, Jaime Mayor Oreja.
Los dirigentes populares celebraron su última reunión semanal el pasado 16 de julio, ya que el 23 no hubo y el 30 fue la celebrada entre el presidente del Gobierno y del partido, Mariano Rajoy, y los presidentes autonómicos.
Pese al tiempo pasado desde la última reunión, fuentes del PP han subrayado a Efe que Cospedal y los demás dirigentes han seguido trabajando este verano -cada semana ha estado de guardia un dirigente- y han mantenido contactos entre ellos y con el Gobierno de Rajoy.
Además de hacer un repaso a la actualidad económica, la dirección del PP tendrá entre las principales cuestiones a tratar la campaña electoral vasca, y empezará a estudiar la de los líderes nacionales en los actos del partido, así como el mensaje con el que se quiere buscar el apoyo en las urnas en un momento en el que los populares no parten, según las encuestas, en muy buena posición.
Así, el Euskobarómetro del pasado 6 de julio otorgaba al PNV la victoria electoral, aunque sin mayoría suficiente (23-24 escaños), con Bildu como segunda fuerza política (22) y el PSE (17) y el PP (12-13) relegados al tercer y cuarto puesto, respectivamente.
Sí ha dejado claro ya el PP -y también el Gobierno- cuál va a ser uno de sus principales mensajes en esta contienda electoral: el peligro de que los independentistas accedan a la Lehendakaritza.
El líder del PP vasco, Antonio Basagoiti, ya dijo el día que se anunció la convocatoria que estas elecciones «van a ser vitales» porque está en juego la posibilidad de «dar pasos hacia la secesión de Euskadi de la mano del PNV y Bildu» o de «avanzar en la convivencia» de la mano del PP.
Y en el mismo sentido se pronunció esta semana la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cuando dijo que al Ejecutivo le preocupa «muchísimo» que gane las elecciones un «proyecto independentista», porque uniría la «inestabilidad política» a los problemas económicos.
Al equipo de Cospedal le espera, por otra parte, la labor de organizar la campaña explicativa que los populares quieren hacer en otoño sobre las medidas económicas y las reformas que está acometiendo el Gobierno con el objetivo de salir de la crisis.
Como anunció recientemente a Efe el vicesecretario general de Organización y Electoral del PP, Carlos Floriano, el partido quiere mantener reuniones al «máximo nivel» con los sectores afectados por medidas tomadas, y con todo tipo de organizaciones, incluidos los sindicatos, a los que pedirá su «complicidad».
Se trata, según explicó Floriano, de que los sectores más afectados por las medidas que se están tomando tengan un conocimiento «exacto de lo que se está haciendo y por qué».
Mayor Oreja, que no siempre asiste a los encuentros del lunes en Génova debido a su agenda europea, ha sido uno de los protagonistas del partido esta semana al cuestionar la decisión de Instituciones Penitenciarias de conceder el tercer grado al preso de ETA Iosu Uribetxebarria Bolinaga, uno de los carceleros de José Antonio Ortega Lara.
La crítica de Mayor Oreja, así como de otros miembros del PP como Alejo Vidal-Quadras, recibió respuesta del Gobierno cuando el ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, insistió el jueves en que la decisión, aunque le «repugne», se ha hecho con arreglo a la ley, y consideró una «ofensa» que se sugiera que el Ejecutivo ha cedido ante ETA.
María Dolores de Cospedal comparecerá el lunes en rueda de prensa después de esta primera reunión de su dirección tras las vacaciones.