La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores Cospedal, ha reivindicado el espíritu de las Cortes de Cádiz, al cumplirse hoy lunes, 19 de marzo de 2012, el segundo centenario de la proclamación de «La Pepa», la Constitución de 1812. En un discurso dirigido a los castellano-manchegos, la presidenta regional ha manifestado que desde 1978, los españoles hemos hecho nuestras las ideas que se marcaron en aquellas Cortes gaditanas; ya que marchamos desde hace más de 30 años por la senda constitucional.
En este sentido, la presidenta del Ejecutivo autonómico ha unido las bases de la Constitución de Cádiz con los valores emanados del Pacto de la Transición, a partir del cual nació la Monarquía Parlamentaria. Por ello, ha afirmado: «Asumimos con respeto el legado de consenso y convivencia generado entonces con los principios fundamentales de la Constitución de 1978, que son la soberanía nacional, la igualdad y solidaridad de todos los españoles, la defensa de un Estado social de derecho, la descentralización política y la unidad de la Nación española».
María Dolores Cospedal ha valorado que la de 1812 fue «la primera Constitución aprobada en España y una de las más liberales de la época», resaltando que «tanto esta Constitución como la labor legislativa de estas Cortes gaditanas pretendían transformar las bases de la sociedad y dotar a España de un nuevo régimen político».
Por ello, ha hecho hincapié en que «por vez primera, los representantes del pueblo español plasmaron en un texto su concepción ideal del Estado, los derechos y deberes de los individuos».
Asimismo, ha manifestado que la Constitución de Cádiz se proyectó hacia el futuro con la intención de «adaptar la legislación clásica a las exigencias del Estado», por lo que ha insistido en que se dividieron los poderes del Estado «para garantizar los derechos del hombre y del ciudadano: el súbdito pasaba a ser ciudadano y se avanza de la soberanía real a la nacional».
Además, con este texto constitucional, se garantizaba «la igualdad ante la ley, la representatividad y algo importantísimo: estos ilustrados asociaron el origen del poder como fundamento de todo proyecto a la Nación española».
Recordando las palabras de Benito Pérez Galdós en sus «Episodios Nacionales», diciendo que aquel día parecía «una tarde de toros», Cospedal ha valorado que desde aquel momento se pusieron las bases necesarias para que se estableciera una breve exposición de obligaciones y derechos civiles, con la disposición de la apertura de escuelas de primeras letras y el nacimiento de la posibilidad de debatir, discutir y confrontar las ideas.