Susana Díaz, junto a Emiliano García-Page y José Bono, escucha a Mar G. Illán, directora de encastillalamancha.es, durante la presentación del «Espacio Reservado».
«¿Cospedal y yo? Lo único que tenemos en común es que somos dos mujeres al frente de dos Gobiernos, pero la mirada de dos mujeres puede ser radicalmente distinta. Tengo un trato cordial y afable con Cospedal, ayer hablé con ella antes de venir para acá, pero somos muy distintas. A unos les gustará más la señora Cospedal y otras personas tendrán más simpatías por mí».
«ME ENCANTARÍA CREER QUE LA CRISIS ES HISTORIA, PERO NO ES VERDAD»
«Para Andalucía, Castilla-La Mancha es una tierra hermana, y Toledo una ciudad hermosa y encantadora». Así ha comenzado la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, su intervención en el desayuno informativo «Espacio Reservado», organizado por encastillalamancha.es en el Palacio de Congresos El Greco, en la capital regional.
Tras recordar la matanza de Pakistán, donde murieron 132 niños en un atentado, Susana Díaz ha devuelto a Emiliano García-Page, secretario general del PSOE de CLM y alcalde de Toledo, las loas que minutos antes éste le había dedicado, «siempre ando rodeado de castellanomanchegos, como Máximo Díaz-Cano; y aquí estoy con un amigo como Emiliano, con el que comparto muchísimas cosas, entre otras el compromiso con los valores socialistas, la ambición de ganar el futuro para cambiar la vida de la gente; y queremos a España y allí donde se nos llame ahí estaremos. Y gracias, Pepe Bono (presente en el desayuno), por estar siempre».
La presidenta de Andalucía ha entrado de lleno en la sociedad española, «porque algunos pretenden hacernos creer que los logros conseguidos hasta ahora son fruto de su contribución reciente. Pero vivimos un momento crítico y difícil que nos sitúa en una encrucijada, hay una crisis brutal que esquilma a las clases medias, una crisis territorial que amenaza a España, y una crisis en la política, o desafección, que es el alejamiento de los ciudadanos de la política. Pero tenemos una tentación de querer empezar siempre de cero, ese adanismo que provoca cortes bruscos».
Por eso ha recalcado que «nunca olvido, cuando tomo una decisión que antes de mí o al lado mío han pasado miles de socialistas o de personas de otra ideología que han contribuido a que los demás puedan disfrutar de la nación que tenemos, de lo que es la democracia en nuestro país, es un acicate en un momento muy complicado, cualquier nación digna de ese nombre se construye trabajosamente a lo largo del tiempo».
Por eso ha pedido a los ciudadanos que «deben sentirse corresponsables y creer en las instituciones, para salir adelante necesitamos un proyecto global de país, un liderazgo con fuerza y capacidad, la ilusión de llevarlo adelante para la gran mayoría de la gente».
Un liderazgo, que ha insistido, «yo no encuentro en el Gobierno de la nación, porque no mejoran las situaciones que se pueden mejorar, sino todo lo contrario, se van agravando, no encuentro el proyecto global, me encantaría creer que la crisis es historia, pero no es verdad. Porque hay dos millones de pardos pese al último acuerdo que se ha firmdo; hay 700.000 hogares en España sin ingresos, con los niveles de deuda más altos de la historia. Nuestra Educación, Sanidad y Asuntos Sociales han sufrido un hachazo brutal y eso provoca un sufrimiento directo que vemos en los hogares, que no pueden atender a los abuelos, a los padres o a los hermanos porque los recursos económicos no se lo permiten».
En definitiva, ha señalado, «España es donde más se ha abierto la brecha de la desigualdad».