Suena el himno. El rasgueo de una guitarra eléctrica anuncia la llegada del presidente del Gobierno de España. Entra Pedro Sánchez, seguido de Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, y de Milagros Tolón, alcaldesa de Toledo.
Besos, besos, dos besos más y muchos abrazos después, se suben al estrado. El Palacio de Congresos «El Greco» de Toledo les recibe entre una algarabía que se mezcla con el alto volumen de una música que enmudece los oídos.
Sánchez visita Toledo en la segunda parada de una ronda por la geografía nacional.
Fotos: Pedro Sánchez presenta en Toledo su «Gobierno de la Gente»
«Al presidente le gusta Toledo»
A eso de las 19 horas, Sánchez, Page y Tolón tomaban asiento. Nada más comenzar, la primera declaración de intenciones. «Al presidente le gusta Toledo», ha declarado Milagros Tolón, para recalcar poco después la frase más escuchada durante la tarde: «Un Gobierno que está con la gente».
Tanto la alcaldesa de Toledo, como Page y, por supuesto, Sánchez, se han referido en más de cinco ocasiones al lema que el PSOE quiere trasladar a los asistentes.
La regidora municipal ha sido la primera en tomar la palabra y ha querido centrar su declaración en la relevancia que tienen las entidades locales para trasladar las medidas al pueblo, «a la clase media y trabajadora».
Tolón ha recorrido los temas candentes de actualidad, el trasvase Tajo-Segura, el polémico nuevo cuartel de la Guardia Civil en Toledo o las próximas elecciones. «Si lo hacemos bien, los gobiernos de la gente se impondrán. Porque si a nosotros nos va bien, a España le va bien», finaliza Tolón haciendo alusión, de nuevo, al ideario socialista.
«Estamos más unidos que nunca»
256 días quedan para las elecciones de mayo de 2023, autonómicas y municipales, que serán la antesala de unas generales que asomarán por la esquina. Veremos si con un PSOE fortalecido o con la alianza de PP y VOX más asentada que nunca.
Por eso, Emiliano García-Page se subía al estrado en El Greco con un discurso claro, centrado en el votante más moderado del ala socialista, con alusiones a la ocupación («no se puede tolerar») o a los populismos («en la anterior crisis florecieron demagogias»).
«Si se está pasando mal», ha comenzado, «tenemos que escuchar y sentir». La crisis energética, social, inflacionista ha estado presente en buena parte del turno de palabra del presidente de Castilla-La Mancha. Page ha sido claro definiendo la hoja de ruta a seguir en los próximos meses: «Tenemos que estar lejos de extremismos, fanatismos y por supuesto lejos de los populismos». Poco después, el titular del Palacio de Fuensalida castellanomanchego ha apelado a la unión, «estamos más unidos que nunca».
Y a mitad de los cerca de quince minutos que ha estado sobre el estrado ha expresado una realidad latente. «No somos culpables de esta crisis. Eso sí, somos responsables de encontrar soluciones», se sinceraba uno de los barones del PSOE. La cuña final ha sido en clave electoral. «Nos vamos a encargar de una sola cosa, que en las próximas municipales y autonómicas mejoremos los resultados».
«Ellos quieren que la España progresista se rinda y se han equivocado»
«En Castilla-La Mancha siempre me he encontrado aliados, compañeros», comenzaba el presidente del Gobierno su turno, en el que ha querido disipar las dudas sobre las diferencias con la dirección nacional del PSOE y la castellanomanchega. «Para mí es un orgullo ver a Page ser presidente de CLM por las cosas que está haciendo por su tierra». Las dudas, resueltas.
En este segundo acto de este «Gobierno de la gente» con el que el presidente visitará España, con claras alusiones a aquella gira en su Peugeot 407 que le llevó a liderar el partido después de la disputa con Susana Díaz, Sánchez ha puesto los puntos sobre las íes en el tono de sus declaraciones. De denuncia a los «poderosos» y al lado de «la gente de a pie».
«Yo no tengo nada en contra de las empresas energéticas o financieras», ha seguido Sánchez, para explicar el por qué las grandes corporaciones deben «arrimar el hombro» cuando más se necesita. Una a una, el presidente ha recorrido las pautas de su acción de Gobierno ante un público atento que ha vitoreado cada uno de sus envites contra un PP que se ha quedado aislado en su negativa a aplicar los recortes a los beneficios extraordinarios de las energéticas.
«Ellos» frente a «nosotros». «Sus medios de comunicación» frente a la «mayoría social». «Ellos» contra la «España progresista». Sánchez ha entonado un «Ellos» todopoderoso en alusión a los poderes fácticos contra los que el PSOE dirige un discurso para «defender a la gente de a pie». El último «ellos» va dirigido al mentón: «Ellos quieren que la España progresista se rinda y se han equivocado. Vamos a ganar las elecciones en beneficio de la mayoría de la gente».
Vuelve a sonar el himno. Todo el Palacio de Congresos «El Greco» de pie y, al unísono, entonando el «presidente, presidente». Termina el acto.
Sánchez deja Toledo y regresa a Madrid, ¿hará acaso una parada en Albacete? Lo que queda claro es que ha vuelto el Peugeot 407 del presidente del Gobierno de España. «Así que a trabajar y a ganar», fueron sus últimas palabras.
Le faltó por decir lo que está en boca de todos: «Agárrense, que vienen curvas».