La presidenta de Castilla-La Mancha ha afirmado que el anuncio de las medidas de ajustes para la región fue un momento difícil para ella y es que «sabía que era muy duro lo que estaba diciendo». En la entrevista concedida a medios de la región con motivo de su primer año como presidenta regional, ha dicho también que «sabía que tenía que decirlo y prefiero decirle a los ciudadanos la verdad antes que no decírselo».
«Además creo que fuimos los primeros que lo dijimos con tanta claridad, y creo que la sinceridad es buena, y que cuando tú vas a pedirles a tus conciudadanos un sacrificio lo mínimo que puedes ofrecer es sinceridad. Hay a algunos ciudadanos que les parece mal porque les afectan las medidas, pero aunque les afecten, generalmente agradecen que les cuenten por qué les están pidiendo determinados sacrificios; yo desde luego lo agradezco como ciudadana y pensé que era lo mejor, lo más leal y lo voy a seguir haciendo».