La Fiscalía de Cuenca ha archivado las diligencias sobre el acuerdo entre el exalcalde Francisco Pulido (PP) y la empresa que gestiona el centro deportivo Termalia al no encontrar indicios de ilícito penal.
Según ha explicado Pulido en rueda de prensa, el fiscal ha afirmado que el acuerdo por el que se comprometía al Ayuntamiento de Cuenca a comprar abonos por casi 600.000 euros anuales durante diez años a la empresa es «sólo el inicio de un expediente» que tendría que haber pasado por pleno para tener vigencia.
Pulido ha subrayado que la Fiscalía considera que «el acuerdo era un mero trámite, que requería la aprobación plenaria para llegar a buen puerto y por todo ello no existía daño patrimonial ni actuación punible por mi parte», y ha considerado, por ello, que «mi actuación no es constitutiva de delito o falta alguna».
«Desde el primer momento en que se firma el acuerdo se deja claro al adjudicatario a quien hace el crédito hipotecario y al Ayuntamiento que esto tiene que pasar por pleno», ha afirmado.
El exalcalde ha mostrado su satisfacción por la decisión de la Fiscalía, fechada el 15 de octubre, y ha exigido una rectificación y la dimisión de la portavoz municipal, Consuelo García, y del alcalde Juan Ávila, por haber «emponzoñado» su nombre durante estas semanas.
El exalcalde ha recordado que el acuerdo con Termalia habría salido delante de haber ganado él las elecciones de 2011, porque habría trabajado para conseguirlo y conseguir la aprobación de los órganos competentes.
Ha asegurado que si hubiesen tenido problemas, «porque la Intervención decía que no se puede hacer eso», o por la situación económica habrían «trabajado para solucionar las dificultades» y ha acusado al actual equipo de Gobierno de no tener proyecto de ciudad y dedicarse a «intentar destruir los logros» del pasado Gobierno.
Pulido ha replicado que si el acuerdo no pasó por pleno en 2010, como refleja el documento, fue porque acordó con la empresa esperar al fin de las obras, que se produjo ya en esta legislatura.
El exregidor conquense ha acusado al actual equipo de Gobierno de pretender manchar su nombre y el del Partido Popular a pocos meses de las elecciones municipales y ha afirmado que él encontró problemas al llegar a la Alcaldía, como la deuda del Bosque de Acero, pero no echó la culpa al anterior alcalde, el socialista José Manuel Martínez Cenzano.
Ha concretado que ha estado muy tranquilo desde el principio por la seguridad de que «había hecho las cosas bien».
Por último, ha destacado también la rapidez con que el fiscal se ha pronunciado, apenas una semana después de que el equipo de Gobierno municipal remitiese el expediente: «ni siquiera he sido citado para dar explicaciones, ha sido suficiente con la documentación aportada por el Ayuntamiento» para decidir el archivo, ha concluido.