La consejera de Fomento, Elena de la Cruz, ha dicho hoy que Castilla-La Mancha no quiere guerra del agua, sino que también quiere «agua para Levante, pero que la desalen, que no nos la quiten a nosotros», ha manifestado.
Durante su intervención en la Comisión de Economía y Presupuestos de las Cortes de Castilla-La Mancha para presentar el presupuesto de su departamento para 2016, De la Cruz ha defendido que la posición de esta comunidad autónoma no es la «guerra, es defender nuestros derechos».
«Que tengan agua, sí, claro, paro también para nosotros», ha dicho la consejera, quien ha señalado que cuando llegó a Fomento se encontró una «situación de pliegue a otros intereses, intereses ajenos a los castellanomanchegos».
Ha lamentado que esta región ha sido maltratada en la planificación hidrológica.
«Debiera avergonzar a Cospedal lo que ha hecho con esta región», ha afirmado De la Cruz, que ha añadido que «son capaces de dejar a los castellanomanchegos sin beber con tal de trasvasar agua al Levante».
Por su parte, la diputada del PP María Roldán ha señalado que los pueblos ribereños «están un poco hartos» de que se les utilice en la «lucha política» del agua y quieren «soluciones» y, en concreto, ha dicho que Buendía (Cuenca) prefiere que su depuradora estuviera incluida en el presupuesto autonómico antes que reabrir «la guerra del agua».
Asimismo, su compañero de grupo Francisco Núñez ha lamentado que el PSOE de Castilla-La Mancha haya reabierto la «guerra del agua» y ha ofrecido la colaboración del PP para mejorar los planes hidrológicos, pero no para hacer «demagogia».
Por su parte, la diputada socialista Carmen Torralba ha recordado que la situación del Tajo es criticada, también, por dirigentes del PP y ha citado, en concreto, al alcalde de Talavera, el popular Jaime Ramos.