La vicesecretaria regional y portavoz del PSOE de Castilla-La Mancha, Cristina Maestre, ha comparecido en rueda de prensa para detallar los acuerdos de la reunión celebrada en Guadalajara por la Ejecutiva regional socialista y ha señalado que, del análisis de los Presupuestos Generales del Estado y de las informaciones conocidas sobre el recorte adicional en Sanidad y Educación, se concluye que «estamos ante un Gobierno, el de Rajoy y Cospedal, que recorta 10.000 millones de euros en Sanidad y Educación, empieza a plantear el copago a los ciudadanos y, al mismo tiempo, no da marcha atrás en su intención de llevar adelante una amnistía fiscal para perdonar a los grandes defraudadores a Hacienda».
En opinión de Maestre «estamos ante un Gobierno, el de Rajoy, que da tumbos, que se contradice a sí mismo, que un día dice copago, sí, y al siguiente copago, no. Que un día dice que no recortará en Sanidad y Educación y que luego saca una escueta y fría nota de prensa en la que se informa de que se van a recortar 10.000 millones en Sanidad y Educación. Y, mientras tanto, el Gobierno de Cospedal en Castilla-La Mancha, sin abrir la boca a pesar de que este último recorte lo van a tener que aplicar las comunidades autónomas».
La portavoz socialista ha estado acompañada en la rueda de prensa por el portavoz de Sanidad en las Cortes regionales, Fernando Mora, y por el secretario de Agua de la Ejecutiva, Antonio Luengo.
Mora ha detallado los efectos en Castilla-La Mancha de ese recorte adicional de 10.000 millones en Sanidad y Educación. Según sus cálculos, «serán 400 millones de euros, 300 millones en Sanidad y 100 millones en Educación», los que deberá recortar de manera complementaria la Junta.
Por tanto, sostenía Mora, «si a los 2.200 millones de euros de recorte que ya han anunciado que va a tener el Presupuesto regional se suman ahora estos 400 millones de euros, Castilla-La Mancha es inviable y no podrá prestar los servicios públicos esenciales».
Por su parte, Antonio Luengo explicaba las 10 grandes medidas aprobadas ayer por la dirección socialista para llegar a un gran acuerdo regional sobre el agua que debe ser previo a la negociación del futuro Plan Hidrológico Nacional. Ese decálogo establece que la cabecera del Tajo «no da ya para más trasvases hacia el Levante», pone una línea de 1.000 hectómetros cúbicos en los pantanos de cabecera de Entrepeñas y Buendía por debajo de la que no se puede trasvasar y contempla una reserva estratégica de 4.000 hectómetros cúbicos en todas las cuencas de la región.