Sus dotes como parlamentario han sido siempre reconocidas por compañeros y rivales, tanto internos como externos. Pero el nombramiento de Agustín Conde como uno de los tres portavoces adjuntos del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados, cargo que le ofreció la propia María Dolores de Cospedal, le lleva a uno de los puestos de la cima de un diputado, entrando en la dirección del Grupo Parlamentario Popular.
Convertido en uno de los tres portavoces adjuntos, Conde incrementará sus relaciones con el núcleo duro del poder «popular» tanto en el Gobierno como en el partido, en cuya secretaria general ha encontrado un gran respaldo esta legislatura. De hecho, fue Cospedal quien decidió incluirle en el grupo de tertulianos que frecuenta las tertulias televisivas más vistas y complicadas, como «La Sexta Noche» y, como explicamos, la persona que le ofreció el nuevo puesto, un ascenso por el que dejará de ser presidente de la Comisión de Defensa del Congreso.
Más allá del espaldarazo que supone a sus cualidades parlamentarias y a su trabajo en el Congreso precisamente cuando el PP reconoce que se no explica bien a la sociedad, la elección de Agustín Conde tiene otras claves para su carrera política más inmediata y para su partido.
A nadie se le escapa que la elección de Conde como uno de los portavoces adjuntos de Mariano Rajoy en el Congreso le aleja de su posible candidatura a la Alcaldía de Toledo. Como contó encastillalamancha.es recientemente, Conde era con Jesús Labrador las dos mejores opciones del PP para la capital, aunque ninguno de los dos tiene segura la victoria en tiempos de amenazas para el bipartidismo.
A nadie se le escapa en Toledo que Conde haya sido nombrado portavoz adjunto si se pensara que dentro de unas semanas tiene que cesar en el cargo porque Cospedal piensa en él como candidato a la Alcaldía de Toledo.
Pero es que al escalar a la cima del Grupo Parlamentario al final de la legislatura no parece que el toledano tenga demasiado difícil repetir escaño en las próximas listas, que estarán elaboradas por el mismo presidente, Mariano Rajoy; y la misma secretaria general, María Dolores de Cospedal, que le han elegido ahora para la tarea.