Dos han sido los momentos más difíciles de Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, durante este primer año de Gobierno, tal y como ha contado hoy durante su encuentro con los medios de comunicación y en el que ha hecho balance de estos últimos 365 días.
El primero «fue asumir el cambio en Educación (Ángel Felpeto sustituyó a Reyes Estévez), por la razón personal de que cada uno lo gestiona a su manera, porque prescindir de una persona valiosa… Pero el cambio ha sido útil para el Gobierno». Aunque le ha querido dar también el márchamo de normalidad, «yo también fui objeto de esos cambios» cuando fue consejero en diversas etapas en los Gobiernos de José Bono.
Sobre si algún otro consejero ha estado en el alambre durante este año, ha sido categórico: «No, no, no…».
Y en el plano político, «las horas más duras fueron las de la noche en la que buena parte de los miembros del Gobierno estuvimos en Seseña (en el incendio del cementerio de neumáticos), muy asustados y preocupados porque los vientos derivaban el humo a la urbanización, por si teníamos que tomar la decisión de evacuar».
Ha puesto de ejemplo el trabajo que realizaron los técnicos y los profesionales a pie de incendio, «hubo una respuesta extraordinaria y será estudiada y puesta de ejemplo en el futuro. Pero sí, fueron momentos muy duros».