La unidad para ganarle la batalla a la crisis es el mensaje que el PP ha prometido una y otra vez ante la Conferencia de Presidentes del próximo martes, y por eso prepara un frente común en el que no quepan los «particularismos» por parte de sus jefes de gobierno autonómicos.
Una piña que los populares mostrarán ante el presidente de la Generalitat Artur Mas, al que pedirán que deje a un lado sus pretensiones soberanistas, no sólo porque las consideran ilegales, sino porque creen que se alejan de lo que la ciudadanía quiere que se discuta en este cónclave.
La dirección del Partido Popular apura estos días los contactos con sus gobernantes autonómicos para preparar ese mensaje unitario en esta primera Conferencia de Presidentes con Mariano Rajoy en La Moncloa.
El vicesecretario general de Política Autonómica y Local del partido, Javier Arenas, ha asegurado a Efe que todos los presidentes autonómicos de su partido lo tienen claro ante el martes: «La Conferencia debe abordar lo que los españoles esperan», que es «unidad para ganarle a la crisis económica y al paro». Lo contrario, ha advertido, «defraudaría» a la sociedad.
Los compromisos de España ante la UE, la agenda reformista del Gobierno de Rajoy y el cumplimiento de los objetivos de déficit serán las cuestiones fundamentales a tratar para los gobernantes regionales del PP, según Arenas.
Y aunque cada uno tenga en su cabeza los problemas de su región, Arenas asegura que los presidentes autonómicos de su partido no los llevarán a Madrid porque «no enfocan la reunión desde el particularismo» y están convencidos de que de la crisis, o salen «todos juntos», o no salen.
«Ojalá que la Conferencia de Presidentes autonómicos fuera la antesala de un gran acuerdo nacional», añade.
El PP también tiene claro que no quiere que el debate sobre un nuevo modelo de financiación autonómica se cuele en esta cita.
Javier Arenas es tajante en este sentido: sería «irresponsable» pensar que en este momento es más urgente cambiar el modelo de financiación que abordar otras cuestiones como la reforma de las administraciones públicas o el propio control del gasto público por parte de éstas.
El pasado lunes, Mariano Rajoy subrayó desde Nueva York que la reforma del sistema de financiación autonómica no es una prioridad para su Gobierno en este momento, en línea con lo apuntado horas antes en Madrid por la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, quien dijo que no es tiempo éste de «abrir en canal» el modelo.
Desde entonces, el Gobierno y el PP han transmitido la misma idea: la Conferencia de Presidentes, en todo caso, iniciará la evaluación del modelo por el que se financian las autonomías, pero nada más.
Javier Arenas explica en este sentido a Efe que el momento de hacer la «evaluación global» del modelo será 2013, el año en que toca revisarlo, y una vez analizado se abordará su futuro.
Además, el responsable de la política autonómica de los populares recuerda que «la sede natural» del debate de la financiación autonómica no es la Conferencia de Presidentes, sino el Consejo de Política Fiscal y Financiera.
El hecho de que el PP no quiera que este debate centre la reunión del martes no significa, según Arenas, quitarle la importancia que tiene, porque el partido en el Gobierno votó contra el modelo actual y quiere reformarlo, pero insiste en esperar a 2013 para su revisión.
Eso sí, advierte, la unidad a la que el PP también aspira en el debate de financiación no significará «uniformidad», porque los problemas que se tienen que abordar en cada comunidad «son distintos a la hora de enfocar la financiación».
Sí perdurará la idea de que la nueva financiación autonómica, cuando se debate, debe mantener la solidaridad territorial y el modelo constitucional.
Javier Arenas insiste a Efe en que los populares no quieren que entre en discusión en la Conferencia de Presidentes otro asunto que «no es prioritario para los ciudadanos»: el debate soberanista catalán.
«Una vez más en Cataluña determinados políticos le crean problemas a la sociedad», dice Arenas, para quien la posición de Mas hay que entenderla en clave electoral.
No obstante, invita a Mas a que acuda a la Conferencia «con ánimo de colaborar en lo económico», que es «la prioridad de la inmensa mayoría de los ciudadanos de Cataluña», como los del resto del país.
En este contexto, reprocha al PSOE su idea de un Estado federal, y le pide que «mantenga su compromiso» con la Constitución, que no recoge esta figura.
Y reitera que hay modelos que, de aplicarse en España, podrían «degradar» el Estado de las autonomías, que tiene muchas más competencias y porcentajes de gasto público mayores que muchos Estados federales.