Carmen Casero, consejera de Economía y Empleo, tiene también competencias sobre el turismo, uno de los botes salvavidas para la economía castellano-manchega que está aún sin explotar. La consejera cree en la alianza con las comunidades vecinas para formar paquetes conjuntos bajo la marca España. Pero antes, asegura, habrá que descubrir de qué herramientas dispone, ya que el Instituto de Promoción Turística está siendo auditado ante los indicios de posibles irregularidades en su gesitón. «El IPT es una patata muy caliente» dice la consejera, quien también explica que sus altos cargos tenían contratos blindados. Ésas son sus respuestas sobre al asunto, que forman parte de la entrevista que publicamos íntegramente en portada.
Pese a los encantos de esta comunidad en turismo interior, que es el que más crece, nuestras regiones vecinas como Andalucía, Castilla y León o Extremadura nos dan una paliza.
Afrontamos la política de turismo con seriedad, la presidenta sabe que el turismo en Castilla-La Mancha es un dato positivo y el incremento de visitantes extranjeros o el de las pernoctaciones. Le hemos trasladado al ministro Soria que España es algo más que sol y playa y que tenemos un turismo interior espectacular y que Castilla-La Mancha es una oportunidad, entre otras cosas porque no es un turismo estacional, sino de todo el año y ofrecemos una gran riqueza. ¿Qué hemos echado en falta hasta ahora? Que no hemos sido nada más que un logotipo y ahora vamos a hacer un plan realmente ambicioso que incluya sectores como el cinegético, que hasta ahora no ha sido considerado como una oportunidad para el turismo. Estamos preparando una estrategia turística que sea algo más que una foto y, sobre todo, bajo el paraguas de España como marca. También nos planteamos colaborar con las comunidades vecinas y hacer paquetes novedosos.
¿El Instituto de Promoción Turística es una herramienta para ello o una patata caliente?
El IPT es absolutamente una patata muy caliente, muy caliente.
Creo que está siendo auditado.
En este momento está siendo auditado y estamos viendo otro pufo del Gobierno socialista. Los altos cargos del IPT eran contratos blindados y hemos tenido que desenredar una maraña jurídica que tenía el IPT, pero ya han sido cesados. Estamos analizando esos gastos tremendos que tenía el IPT y que no han servido para promocionar Castilla-La Mancha, sino para lo que han servido tantas empresas y organismos, para atender a los amigos del anterior Gobierno socialista y para perjudicar el turismo de esta tierra.
¿Cuándo habla de contratos blindados habla de indemnizaciones millonarias?
Le aseguro que eso era lo que pretendía el anterior gobierno, pero no ha sido así… ¡Hasta ahí podíamos llegar!
Dicen que los informes de otras empresas públicas son “una broma” comparado con lo que tiene que salir del IPT.
Totalmente, totalmente. Ahí se han cometido barbaridades de las que va a tener buena cuenta la sociedad de Castilla-La Mancha, porque lo voy a contar. La gente tiene que saber a qué han dedicado los fondos turísticos. Vamos a hacer la política turística con nuestro personal, pero lo que el anterior Gobierno hizo del turismo me parece un disparate, una vergüenza y le aseguro que será otro escándalo.