El portavoz del PP en las Cortes autonómicas, Francisco Cañizares, anuncia que su grupo presentará de forma «inminente» una propuesta para reformar el Estatuto de Autonomía de modo que sea posible abordar una nueva ley electoral que reduzca de forma considerable el número de diputados.
Francisco Cañizares, en una entrevista con la Agencia Efe, explica que hay conversaciones abiertas con el grupo socialista sobre este asunto y muestra su voluntad de hablar «hasta el último minuto» con intención de llegar a un consenso, algo que no ha ocurrido con las dos últimas leyes electorales, una aprobada en solitario por el PSOE y la otra por el PP.
El portavoz del PP expone que su grupo negociará con los socialistas sin una posición «cerrada ni fija» sobre el reparto provincial, siempre y cuando se garantice que quien gane las elecciones tenga ocasión de formar gobierno, algo que -recuerda- no ocurría con la ley electoral que aprobó el PSOE la pasada legislatura.
Lo que tiene claro es que la reforma se hace para que las Cortes pasen de tener 49 diputados como ahora (que serían 53 en 2015 si se mantiene la ley aprobada hace solo un año) a unos 29 ó 30.
Para ello será necesario reformar en primer lugar el Estatuto de Autonomía de la comunidad, que actualmente determina que, como mínimo, tiene que haber 47 representantes en las Cortes autonómicas.
Cañizares confía en que, cuando el grupo socialista asuma que esa reforma va a salir adelante y que se va a reducir el número de diputados, sea posible pactar el reparto por provincias.
Aunque reconoce que «es complicado», pues el PSOE «se coloca en una posición defensiva», en una posición «de enroque», pues, en su opinión, pensaban que Castilla-La Mancha «era algo suyo» y mantienen una mentalidad de que haber perdido las elecciones «es una tremenda injusticia»
El objetivo de la reforma es no sólo conseguir un nuevo ahorro, sino «demostrar a los ciudadanos que se puede hacer el mismo trabajo con menos gente», que, los mismos sacrificios que se han pedido en las empresas privadas y en el sector público, donde se tiene que trabajar más y cobrar menos, se los aplican los propios políticos.
No obstante, considera que «no es cierto» el planteamiento de que los políticos «somos muchos, que cobramos mucho, que trabajamos poco».
Pero reconoce que los tiempos han cambiado «de forma radical» y ya no caben «administraciones mastodónticas», por lo que, si las Cortes regionales costaron 12 millones y ahora cuestan 8, tienen que costar «menos todavía».
Y sostiene que las Cortes «van a tener la misma fuerza» con menos diputados y, además, quienes sean elegidos tendrán más notoriedad y cercanía a los ciudadanos, pues su labor va a ser «mucho más visible».
En este sentido, no está de acuerdo en que reducir el número de diputados limite la representatividad de las provincias más pequeñas, como Cuenca o Guadalajara.
A su juicio, sí que supondría un desprecio a las provincias y sería «un disparate» introducir la circunscripción única, como ha propuesto inicialmente el grupo parlamentario socialista.
Tampoco acepta las acusaciones del coordinador general de IU, Daniel Martínez, de que en Castilla-La Mancha los presidentes se hacen leyes electorales su medida o de que una reducción de diputados sería inconstitucional.
Lo que ocurre, en su opinión, es que IU confunde «la legalidad con la realidad» y a Daniel Martínez tal vez le gustaría una ley «ad hoc» para que pudieran entrar diputados de su formación en las Cortes, aunque supusiera elevar el número de parlamentarios a 80.