El Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha ha dado el visto bueno a la tramitación, en las Cortes regionales, de la Proposición de Ley que permitirá, o no, eliminar los privilegios de los expresidentes de la comunidad autónoma, tal y como ha expresado en rueda de prensa el consejero de Presidencia y Administraciones Públicas y Portavoz del Ejecutivo regional, Leandro Esteban.
Queda, por tanto, «el camino expedito para que pueda tramitarse y se debata con el PSOE, porque siguiendo la estela de lo que dijo María Dolores de Cospedal, de que cuando dejara su cargo de presidenta no percibiría esos privilegios, no queremos que lo haya para ninguno, porque no es lógico que haya distintos tratamientos en este o en otros asuntos».
Para aprobar esta iniciativa se necesitarán el voto favorable de los tres quintos de la cámara, no valdrá sólo con mayoría absoluta, por lo que serán necesarios los votos de los diputados socialistas para sacarla adelante. Esteban ha pedido a los grupos del PP y del PSOE que aceleren para que el trámite se haga cuanto antes «y sea con consenso. Queremos que esta iniciativa pase de ser una promesa a una vinculación legal y que los expresidentes de Castilla-La Mancha (hasta ahora los socialistas José Bono y José María Barreda) más los que haya después, sin merma del tratamiento, respeto y reconocimiento que merecen por haber ocupado ese cargo, tengan el mismo trato que los ciudadanos de Castilla-La Mancha«.
«BARREDA DIJO QUE VOLVERÍA A LA UNIVERSIDAD, PERO UNA COSA ES LO QUE SE DICE Y OTRA…»
Esteban se ha referido a las también intenciones del expresidente Barreda, quien en su día dijo que renunciaba también a esos privilegios. Aunque ha aprovechado para tirarle una pulla: «Dijo que volvería a la Universidad, pero no ha vuelto, por cierto. Una cosa es lo que se dice y otra lo que se hace».
La última vez que se habló en las Cortes regionales de la iniciativa de retirar los privilegios de los expresidentes, ha matizado Esteban, «fue en 2010, cuando desde el PP presentamos la iniciativa, y el PSOE votó en contra. Por eso ahora hago una llamada al consenso».
Los privilegios de los expresidentes son los siguientes: servicio de seguridad, coche, conductor, despacho, dos secretarias y, por el hecho de pertenecer como miembros natos al Consejo Consultivo, la remuneración que ello conllevaba.