El portavoz del Grupo Popular en las Cortes Regionales, Francisco Cañizares, ha manifestado en relación a la anulación de la contratación de seis altos cargos del PSOE por la Diputación Provincial de Ciudad Real que «con esto se demuestra que el PSOE de Castilla-La Mancha, el de Emiliano García Page y José María Barreda, sigue igual que seguía, colocando a cargos del Partido Socialista aun perjudicando a funcionarios de la Diputación Provincial de Ciudad Real y con dinero de todos los castellano-manchegos», a lo que ha añadido «ese es el PSOE que ha arruinado a Castilla-La Mancha y el que sigue con su posición radical contra las políticas de ahorro de María Dolores Cospedal».
Ha sido el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha el que ha admitido una denuncia presentada por Comisiones Obreras contra la Diputación Provincial de Ciudad Real en la que se pedía que se declara nula la contratación del asesor de coordinador de presupuestos, del asesor coordinador de compras, del coordinador de deportes y de tres secretarías de gabinete de área. Puestos que estaban ocupados por Ángel Amador (ex vicepresidente de la Diputación); Julián Nieva (candidato a la alcaldía en Manzanares); Roberto Parra (candidato a la alcaldía en Socuéllamos); Inmaculada Jiménez (candidata a la alcaldía en Tomelloso), Eduardo del Valle (candidato a la alcaldía en Bolaños) y Javier Vicario (ex jefe de gabinete del que fuera consejero de Educación de la Junta de Comunidades José Valverde).
En este sentido, Cañizares ha querido recordar a todos los ciudadanos de Castilla-La Mancha que el Gobierno de Cospedal, cuando llegó al poder, recortó en más de un 60 por 100 los cargos que tenía el PSOE en la región, «esa austeridad es lo único que podemos ofrecer a cambio del sacrificio y el esfuerzo que estamos pidiéndole a los ciudadanos de la región, mientras que el PSOE sigue despilfarrando en los organismos donde aún tienen responsabilidades».
A juicio de Cañizares, esa es la forma habitual de actuar del PSOE de Castilla-La Mancha, la del PSOE de García Page, que es la misma que había antes, que siempre se ha caracterizado por «el despilfarro y el gasto en cosas absolutamente innecesarias» y que pretende colocar a los suyos en las administraciones «a toda costa». Estos «colocados», que viven aún del dinero de todos los castellano-manchegos, son en parte responsables de la ruina de la región y, «no sólo se niegan a asumir responsabilidades y a pedir perdón, sino que, en aquellos lugares donde aún tienen algún tipo de responsabilidad, siguen despilfarrando y aferrándose, a toda costa, a los pocos puestos que aún les quedan».