El PP de Castilla-La Mancha ha aseverado que el pacto de investidura que han alcanzado PSOE y Podemos en la región «da miedo» si se analiza detalladamente y ha advertido de que su puesta en práctica puede frenar la recuperación económica y la creación de empleo.
En rueda de prensa, la portavoz del PP en Castilla-La Mancha, Carmen Riolobos, ha criticado el pacto compuesto por 13 medidas que han alcanzado PSOE y Podemos para facilitar la investidura de Emiliano García-Page como presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, un documento que, según sus cálculos, costará llevar a la práctica entre 1.500 y 3.000 millones y que además produce miedo «entre personas con formación en el mundo educativo y empresarial» que han analizado el pacto.
Para Riolobos, si se analiza el acuerdo «de forma detallada», «deja claro que su objetivo va a ser subir impuestos de forma desproporcionada, atacando a las clases medias», al tiempo que supondrá que «engorden las administraciones públicas, que incremente de forma brutal las comisiones y subcomisiones y que sigan existiendo los privilegios que tenía el PSOE».
A su juicio, este acuerdo refleja que «el objetivo de algunos es agarrarse al sillón pase lo que pase en Castilla-La Mancha», pues ha alertado de que, según sus estimaciones, la aplicación del pacto «puede hacer peligrar la estabilidad económica de la región» y provocar que la región «vuelva a la situación de 2011».
Ha vaticinado que la consecuencia del pacto será «que en Castilla-La Mancha se frene la recuperación económica, ahora que se crece al 3 por 100», que se produzca «un paro estrepitoso de las inversiones en la región» y además que se «frene la creación de empleo, que es el principal problema que preocupa a los castellanomanchegos» y sobre el que «no aparece ni una línea en el acuerdo».
«A PSOE y Podemos no les preocupa el empleo, sólo les preocupa tener un sillón y dar al impresión de que han ganado las elecciones cuando han perdido», ha acusado Riolobos a ambos partidos, aunque sus críticas se han centrado más en el candidato del PSOE a la Presidencia de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page.
En este sentido, ha rechazado que el jueves García-Page votara al secretario general de Podemos, José García Molina, para que fuera vicepresidente primero de las Cortes, un gesto que a su juicio refleja que, «con el acuerdo, el PSOE ha entregado el poder a Podemos» y que «con tal de agarrarse al sillón y al poder, García-Page no tiene inconveniente en poner en cuestión y en peligro Castilla-La Mancha».
«El gobierno que presumiblemente se iniciará en Castilla-La Mancha será un gobierno radical de izquierdas», ha espetado Riolobos, que ha acusado a García-Page de «haber perdido el sentido común» y de dejarse llevar por «el odio a María Dolores de Cospedal, el ansia de poder y la prepotencia», una situación que a su parecer «tendrán un coste muy elevado para Castilla-La Mancha».
Sin embargo, ha señalado que el «máximo responsable» del pacto entre PSOE y Podemos en la región, además de García-Page, es el expresidente de la Junta José Bono, «que ya anda alardeando por Madrid de que es él quien manda en Castilla-La Mancha».
«Bono quiere tener el poder en Castilla-La Mancha por personas interpuestas y quiere tener una plataforma para sus intereses», ha acusado Riolobos, para quien el expresidente de la Junta es «el exponente máximo de la casta elevada al cubo».
En cualquier caso, ha mostrado su opinión de que va a ser «difícil, por no decir imposible», cumplir los plazos detallados en el acuerdo de PSOE y Podemos, ya que para ella, García-Page es «un incumplidor nato» que «miente como un bellaco».
«LA GESTIÓN EN AGRICULTURA HA SIDO BRILLANTE»
El PP de Castilla-La Mancha ha defendido que la gestión de la Consejería de Agricultura ha sido «brillante» tanto en las negociaciones para las ayudas de la PAC como, en general, en todas las cuestiones relacionadas con agricultura. Carmen Riolobos ha sido preguntada por la petición de comparecencia «inmediata» de la consejera de Agricultura en funciones, María Luisa Soriano, solicitada por el PSOE para que explique la pérdida del 30 por100 de las subvenciones de la Unión Europea para la modernización del sector vitivinícola.
En cambio, Riolobos ha incidido en que la gestión «ha sido brillante» en materia de agricultura y ganadería y ha adelantado que cree que la petición de comparecencia de Soriano obedece a una estrategia con la que «el PSOE intentará permanentemente meter el dedo en el ojo en la gestión de todas las áreas».