El portavoz del PP en las Cortes de Castilla-La Mancha, Francisco Cañizares, ha pedido en el Congreso el apoyo para la reforma del Estatuto autonómico, un ejemplo de «optimización» de los recursos públicos que respalda, según ha dicho, el 94 por 100 de los castellanomanchegos.
«Ciudadanos de todo el espectro político, ha asegurado Cañizares, que no entenderían que la Cámara Baja no apoyara una reforma que contempla la reducción casi a la mitad de los diputados autonómicos y que supondrá, ha asegurado, un ahorro de entre tres y cuatro millones de euros cada legislatura».
Dinero que se podría destinar a la construcción, por ejemplo, de un centro de salud o un colegio, ha explicado Cañizares en esta sesión plenaria, que siguen también desde la tribuna de invitados la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, el presidente de la Cámara autonómica y otros dirigentes.
Durante su intervención, el representante del PP ha insistido en que se trata de una reforma que «busca la austeridad y el compromiso con los servicios públicos, en sintonía con la gestión que ha hecho Cospedal desde el principio».
Ha recordado que hace dos años Castilla-La Mancha se encontraba en una situación muy complicada y batía «todos los récords» de déficit y endeudamiento públicos, pero hoy, «gracias a la política del PP y al sacrificiode los ciudadanos ha podido cumplir, entre otros objetivos, el de déficit».
Y de ese «desastre» en el que se vio inmersa la comunidad Cañizares ha culpado al anterior gobierno del PSOE, al que también ha criticado que rechace la reforma, una postura que, en su opinión, «les aleja» de lo que demandan los ciudadanos.
El portavoz parlamentario ha pedido el voto de los grupos porque se trata de un cambio estatutario, que no implica una modificación sustancial de la relación de Castilla-La Mancha con el Estado ni tampoco competencias nuevas o distintas.
Unos cambios que no tienen nada que ver con otras reformas de Estatutos anteriores, que fueron aprobados en esta Cámara y que «atacaban claramente» principios constitucionales, ha afirmado en alusión al de Cataluña.
«La reforma que plantea reducir el número de escaños de la horquilla actual de 47 a 59 diputados a otra de 25 a 35 no tiene pretensiones electorales, como denuncia la oposición, sino dar ejemplo a los ciudadanos y mostrarles otra forma de hacer política», ha concluido.