El PP quiere, con la nueva ley, acabar con el juego clandestino en Castilla-La Mancha que, aunque se desconoce el volumen, «haberlo, haylo; aunque pensamos que no es de gran magnitud», tal y como ha explicado en rueda de prensa el portavoz del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes regionales, Francisco Cañizares.
El dirigente «popular» ha recalcado que la actual Ley del Juego de la comunidad autónoma estaba hecha para otro tiempo, «se hizo en 1999 con una vocación que hoy ha decaído y que no se ha adaptado a las circunstancias de una sociedad que ha cambiado, porque ya hay nuevas modalidades de juegos».
Entiende que la fórmula aplicada hasta ahora no es válida, «en esta región, para que alguien pudiera montar un casino tenía que abrir un centro de convenciones para 2.000 personas con hotel, restaurante… Eso es lo que queremos cambiar. Buscamos que se puedan abrir casinos grandes, pequeños y medianos; y que los bingos actuales, que están cerrando y despidiendo, puedan también desarrollar otro tipo de juegos en sus salas».
Cañizares ha insistido en que con la nueva ley «se va a facilitar a los ciudadanos acceder a nuevos juegos que aquí no se pueden con la legislación actual pero sí en otras comunidades limítrofes. Lo que proporcionará también riqueza a nivel tributario, aunque tampoco queremos que sea…», en alusión a que el Gobierno controlará a rajatabla este tipo de actividades lúdicas para que no se produzcan desmanes.