El presidente de la Diputación de Toledo, Arturo García Tizón, ha admitido que a él no le «importaría» que Castilla y León y Castilla-La Mancha se unieran en una sola autonomía, en una iniciativa en la que cree que puede empezarse a «pensar».
En una visita institucional realizada a la Diputación de Ávila, García Tizón se ha referido, en declaraciones a los medios, a la proximidad geográfica de ambas provincias limítrofes.
En tono de broma, ha admitido que no le parecería «nada mal» que las dos castillas «hubiesen sido una sola comunidad autónoma».
García Tizón ha reconocido que es algo «complicado» y «difícil», para apuntar, a continuación, que le iban a «regañar», por decir, «a veces, lo que puede ser políticamente incorrecto».
Aún así, ha afirmado que se siente «tan castellano en Toledo como en Ávila», de modo que «no le importaría nada» pertenecer a una misma comunidad autónoma de la misma forma que pertenece a «una sola nación», como es España.
«No está mal que, en algún momento, no sé cuándo, empecemos a pensar en que no hay dos castillas, sino una sola», porque «somos exactamente lo mismo», ha reiterado.
En el marco de su visita a Ávila, el presidente de la Diputación de Toledo ha conocido las experiencias puestas en marcha por la institución provincial abulense en el complejo de ocio Naturávila, de complemento educacional a los niños de la provincia en materias deportivas o medioambientales.
Igualmente, ha visitado la finca El Colmenar, en el Puerto de El Pico, donde la Diputación abulense tiene ganado de raza avileña-negra ibérica, así como la recuperada raza beciblanca, con el objetivo de poder aplicar estas experiencias en los terrenos rústicos con los que cuenta la institución toledana y sumarse a la protección de la raza.
Ambos presidentes han mostrado su disposición a colaborar conjuntamente en futuros convenios que a partir de ahora se comenzarán a estudiar.