La portavoz de Educación del Grupo Socialista en las Cortes regionales, Mari Carmen Rodrigo, ha vuelto a denunciar recortes del Gobierno regional en materia educativa con la reducción de 1.214 plazas docentes en Primaria y Secundaria para el próximo curso escolar.
Rodrigo ha avanzado en rueda de prensa que el próximo curso se perderán 428 docentes de Primaria y 786 de Secundaria en las plantillas de los centros educativos de Castilla-La Mancha, que se suman a los miles de interinos despedidos y al abuso en cubrir plazas, al tardar hasta un mes, y «casos dramáticos» de docentes que han perdido hasta 600 euros en sus salarios por operaciones.
Unos recortes, ha expuesto, que no solo afectan a las plantillas de profesores, sino también a los alumnos por el cierre de colegios, el incremento de las ratios, con la masificación en las aulas, y del horario lectivo que «se les dijo que iba a ser provisional, pero que al final se ha convertido en definitivo».
Ha lamentado, en este punto, que el director general de Recursos Humanos y Programación Educativa, José Jaime Alonso, afirmara que es «falso» que se reduzcan las plantillas cuando ha salido publicado en el Boletín Oficial de Castilla-La Mancha (BOCM).
«Quizá sí que tenga razón y sea falso, ha añadido, porque todavía son posibles más reducciones» y se cierren institutos de Secundaria, según ha dicho conocer, en siete pequeños municipios de la provincia de Ciudad Real.
Por esto, según Rodrigo, el Gobierno regional no puede pretender que «se crea que todos estos recortes se hacen para mejorar la educación de calidad en Castilla-La Mancha cuando se está haciendo todo lo contrario de lo que recomiendan organismos institucionales e internacionales expertos en la materia».
Aquí, ha citado el cada vez mayor apoyo a la educación concertada «cuando es un 60 por 100 más cara para las familias» con trasvase de fondos públicos que, hasta ahora, no se había producido en una región donde «más alumnos tiene estudiando en la escuela pública».
Rodrigo ha denunciado, por la pérdida de la gratuidad de los libros o las becas de comedor, la disminución de las becas y el incremento de las tasas académicas, de hasta un 400 por 100, que «solo estudien los que tienen dinero y recursos».
Se puede entender, ha opinado, que «los estudiantes reclamen en la calle su derecho a una educación total hasta el último nivel» porque, ha concluido, «los recortes en sanidad matan, pero los recortes en educación nos dejan sin futuro».