El PSOE de Castilla-La Mancha propondrá al Gobierno de Castilla-La Mancha que se revisen las rentas más altas que existen en la región (algo que hicieron hace ya unos meses) y el impuesto de donaciones y sucesiones; y que se creen nuevas figuras tributarias, especialmente relacionadas con cuestiones ambientales, como puede ser gravar la energía nuclear, con el objetivo de generar 200 millones de euros de impuestos adicionales y utilizarlos en un plan de choque «que irían destinados a las 90.000 familias que tienen a todos sus miembros en paro en la comunidad autónoma y que tienen la costumbre de comer todos los días y de llegar a final de mes. Porque si en el PP dicen que esas 90.000 familias no tienen ningún problema…».
Así lo ha explicado en rueda de prensa el portavoz socialista en las Cortes de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, «después de analizar los datos que el 5 de agosto nos remitió el consejero de Hacienda (Arturo Romaní) de cara al proceso de diálogo que se abrió en materia de elaboración de presupuestos para 2014″.
Guijarro ha recalcado que estan «realmente preocupados por la evolución de la situación económica en Castilla-La Mancha, porque tenemos un problema fundamental, que es el desempleo. Y observamos en la liquidación del presupuesto de 2012 cómo a lo largo de la legislatura la deuda ha aumentado en 3.163 millones de euros, sumando la deuda a los bancos y a los proveedores, a pesar del despido de empleados públicos y el desmantelamiento de los servicios sociales básicos. Y de ellos, 1.378 millones son deudas con proveedores que habían facturado a lo largo de 2012, no son facturas de legislaturas anteriores».
«EN 2014 LA RECAUDACIÓN SUFRIRÁ UNA REDUCCIÓN DE 166 MILLONES DE EUROS RESPECTO A 2013»
El dirigente socialista ha adelantado que, según esos mismos datos que les ha ofrecido el consejero de Hacienda, «la recaudación de la Junta de los fondos estatales sufrirá una reducción de 166 millones respecto a los de 2013, un 4 por 100 menos, lo que demuestra el fracaso de la politica económica llevada a cabo por los Gobiernos de España y de Castilla-La Mancha. O, lo que es lo mismo, las políticas de austeridad no sirven y el tiempo nos da la razón con esa caída permanente en la recaudación».
De esos 166 millones, ha explicado, 86 corresponden a la recaudación del IRPF; mientras que otros 23 pertenecen a la caída de los impuestos indirectos, «lo que pone de manifiesto la caída del consumo».
Guijarro ha insistido una y otra vez en que el problema actual de Castilla-La Mancha «no es exclusivamente de gastos, sino de la caída de los ingresos. De ahí las malas perspectivas económicas para la comunidad autónoma, que hace que sea difícil resolver el principal problema si no se produce un cambio en la política económica del Gobierno. Por eso haremos esta propuesta, para intentar reactivar la economía».