El Gobierno de Castilla-La Mancha se ha mostrado muy satisfecho de haber podido llevar a cabo un tratamiento pionero en la región, puesto que la terapia genética que se está aplicando a un bebé desde solo los 35 días para tratar una atrofia muscular espinal, que fue detectada con la prueba del talón.
Gracias a esa rápida detección y al tratamiento se puede impedir el desarrollo de la enfermedad, por lo que el Gobierno regional, en palabras de su consejera portavoz, Esther Padilla, ha querido reivindicar la necesidad de una financiación justa, pera así poder acometer este tipo de tratamientos, que ha tenido un coste de 1,4 millones, algo que no sería posible en la Sanidad pública «sin la redistribución de los ingresos».
Así, también ha recalcado que se trata de una enfermedad que se ha podido detectar gracias a que en el cribado neonatal se ha aumentado el número de enfermedades que detecta hasta las 27 y está previsto ampliarlo a 40, poniéndolo en contraste con las tres que se detectaba cuando gobernaba el Partido Popular de María Dolores de Cospedal.
Hoy Vox ha anunciado que presentará enmiendas para devolver la competencia de Sanidad al Estado, por lo que Padilla ha cargado contra este partido, diciendo que «es precisamente el estado de las autonomías que Vox rechaza» lo que permite tratamientos como estos.
«Si fuese por Vox no se habría detectado, por el PP tampoco, que redujo el presupuesto para esa prueba de forma importante. Tampoco se podría haber hecho en el nuevo hospital de Toledo, porque el PP lo paró y decía que era faraónico», ha reprochado.
En este sentido, lo ha puesto en contraposición a lo que entiende que hace su Gobierno que es «apostar por las comunidades autónomas, por las competencias, por la igualdad y por la inversión en los servicios públicos que ha permitido que en el hospital público de Toledo se aplique un tratamiento innovador con la prueba del talón».