Hoy ha sido el día elegido. Y no es casual. Al margen de que nos acercamos al plazo límite para que los partidos presenten a sus candidatos para las elecciones autonómicas del 28 de mayo, Emiliano García-Page ha cuidado mucho el lugar para confirmar que acepta ser el candidato del PSOE a la Presidencia de la Junta. Y lo ha dicho ni más ni menos que la inauguración de una residencia de mayores cuyas obras paró el Gobierno de María Dolores de Cospedal cuando era presidenta de la Junta.
Y lo ha hecho con estas palabras: «Para mí hoy es un día importante. Primero, porque cumplimos con este objetivo de abrir una residencia; hay mucho por lo que trabajar, pero aprovechando que estamos en una residencia de las que se pararon en los momentos duros de los recortes (y queda todavía camino para recuperar), quiero decir que hoy antes de salir he firmado un documento aceptando ser de nuevo el candidato de mi partido en Castilla-La Mancha. Para unos puede tener importante y para otros no, pero tengo claro que este paso en mi vida lo doy por dos razones: porque mi partido me permite, acepta y asume que para mí esté muy por delante Castilla-La Mancha y, por supuesto España, que el PSOE y que todos los partidos juntos. Si no se aceptar, yo nunca sería candidato».
Page, candidato a un tercer mandato en la Junta
Page cuida siempre todos los detalles, el qué, el quién, el cómo, el cuándo y el porqué. Y esta vez no iba a ser menos. Aunque todo el mundo contaba con ello, con que repetiría como candidato y pelearía en las urnas por un tercer mandato como presidente de Castilla-La Mancha, el líder socialista no ha dejado nada al azar.
La declaración de intenciones con respecto a su candidatura lo es también sobre su acción de gobierno: soy lo opuesto a Cospedal, ha venido a decir para no dejar al olvido el mal recuerdo que la gestión de la expresidenta del PP dejó en amplias capas de la sociedad castellanomanchega.
Los socialistas identifican la figura de Paco Núñez, el actual presiente y candidato del PP en la comunidad autónoma con la política que llevó a cabo Cospedal sin expresarlo con esas palabras, pero sí con los gestos. Y al anunciar que va a por la tercera, Emiliano García-Page no ha renunciado a este mensaje, hecho público además en Cañete, un pequeño municipio de la provincia de Cuenca, una de las más azotadas por la despoblación. Otro mensaje no dejado al azar, ya que la estrategia de lucha contra los efectos de la despoblación Page se la encargó ni más ni menos que al vicepresidente, José Luis Martínez Guijarro, y ambos la han defendido al máximo nivel en las instituciones europeas.