fbpx
viernes, 22 de noviembre de 2024
Emiliano García-Page. Foto: Rebeca Arango.
Entrevista con Emiliano García-Page - 01 octubre 2021 - Toledo

Aún quedan casi dos años para que los ciudadanos de Castilla-La Mancha vuelvan a las urnas para elegir al presidente de su comunidad autónoma. Y Emiliano García-Page no tiene ninguna prisa en desvelar sus intenciones definitivas con respecto a si será o no el candidato del PSOE en esa cita. Sin embargo, la lectura entre líneas de la siguiente conversación da claves fácilmente interpretables de cara al cartel socialista para las elecciones autonómicas de 2023.

Las declaraciones forman parte de la entrevista de encastillalamancha.es al presidente de la Junta que publicaremos integra en los próximos días.  ¿Habrá terceras elecciones autonómicas para Page? ¿Qué pesará más en el el ánimo del líder socialista: las huellas de la pandemia en sus emociones y el tiempo acumulado o la ambición de recuperar la recuperación y transformación de la región tras la Covid-19? Juzguen:


«Ha habido momentos en los que sentía que ya no podía estar en la vida pública» 

¿Le quedan cuerda y proyectos para intentar una legislatura más como presidente de Castilla-La Mancha?

Tengo muchas ideas en la cabeza, sin duda. Para este cargo o para cualquiera que ocupe mientras esté en política. Duermo muy mal y los médicos me dicen que es porque tengo mi cabeza dando vueltas siempre. Tener una mente inquieta ayuda a no dejar de sorprenderme. El día que vaya por la región y no me cabree cuando veo una señal torcida o algo que no funciona… ese día que no reaccione o que me aclimate, me tengo que ir de la política. En cuanto a la presidencia de la Junta, aún es muy pronto para ver qué le interesa tanto a la región dentro de dos años como a mi propio partido, lógicamente.

«Cuento con el apoyo de todo el PSOE para ser candidato a la Junta»

¿Tiene previsto mantener en cuarentena y hasta que los plazos obliguen la decisión de si será candidato?

Es lo lógico. Sé que cuento con el apoyo y el empuje de toda la organización para que sea candidato, es evidente. Pero llevo mucho tiempo en esto y sé perfectamente que hay que ponderar muchos factores. A lo largo de la pandemia he tenido momentos en los que entendía que ya no podía estar en la vida pública. No fue por las críticas, si no por mi propia tranquilidad emocional; pero tenía claro que no me iría en plena pandemia, que tenía que estar como presidente en la recuperación y en el final. No se te pasa por la cabeza arrojar la toalla cuando se te necesita, pero sabes que esto, personalmente, pasa mucha factura.

Pero ahora no es ese su ánimo, ¿no…?

Ahora participo de la alegría colectiva de estar saliendo y, quizás, yo más que nadie, porque hubo un momento en el que hablar de esperanza estaba prohibido, ni siquiera para animar a la gente; se tomaba mal.

Si tuviera que decidir hoy, ¿se iría o apostaría por un mandato más?

Si las elecciones fueran dentro de seis meses sí sería candidato.

«Las primeras semanas de la pandemia fueron el peor momento de mi vida» 

¿Cuál ha sido el peor momento durante la pandemia?

El peor momento no solo de la pandemia, si no de mi vida fueron las primeras semanas. Es increíble cómo se nos coló el virus en toda la zona centro. Insistiré muchas veces en que Madrid es un gran distribuidor, no lo digo con sentido de culpabilidad, porque Madrid ha sido tan víctima como cualquier otra región de España, nadie tiene la culpa de por dónde entran los virus. Pero, obviamente, a todas las regiones que estamos muy conectadas con ese epicentro, que fue muy contundente entre el 5 y el 12 de marzo -eso lo tienen muy claro los científicos-, nos trajo un aluvión que te noquea. Combatimos cientos de enfermedades y una desconocida nos puso todo patas arriba. Era un enorme dolor preguntarle recurrentemente al consejero de Sanidad por el número de fallecidos y su edad -que era altísima la media-; y lo interrogaba permanentemente, creo que casi enfermizamente, sobre cuándo se iba a invertir la tendencia… Era difícil encontrar alguien en España que supiera lo que podía pasar entonces.

«Se puede tener mucho poder y al mismo tiempo sentirte impotente»

¿Qué enseña una situación como esta a un gobernante para gestionar, por ejemplo, las residencias de mayores, los hospitales o la atención primaria, donde han estado los focos más peligrosos?

Fueron los focos más visibles, porque hubo muchos fallecimientos en domicilios y mucha gente que ha muerto sola. Enseña muchísimo. De entrada, te recuerda permanentemente que hay que ser muy humilde, muy humilde… En la vida y, por supuesto, en la política. Y te enseña que se puede tener mucho poder y al mismo tiempo sentirte muy impotente frente a la naturaleza. Creo que se aprende a valorar la cadena de decisiones, yo soy de mentalidad muy metodológica, me preocupa cómo se van a hacer las cosas, delego y trabajo mucho en coordinación con mis equipos… aunque al mismo tiempo estoy muy encima. Durante muchos años se ha vivido con la opinión de que los políticos eran una cosa y la administración, otra. Pero ante esta pandemia ha habido una gran unidad entre los responsables políticos, los técnicos y los científicos. Pasa en los incendios y en situaciones extremas como las que hemos vivido, pero en la pandemia ni siquiera existía protocolo ni antecedentes sobre cómo actuar. La verdad es que todos los presidentes autonómicos nos hemos ayudado mucho y hemos llorado mucho. He tenido conversaciones con muchos de ellos, de todos los colores políticos, y no sabría decir…

Covid: la recuperación de la normalidad tendrá que esperar al fin de la próxima campaña de gripe convencional

«Los presidentes autonómicos nos hemos ayudado y hemos llorado mucho»

¿Hicieron piña?

Mucha. Nos hemos ayudado mucho. Nos hemos comprometido a contar, por ejemplo, las camas que hemos prestado a otros sitios… He sufrido campañas de acoso y difamación de gente que me ha insultado mucho con la apertura del hospital de Toledo y los responsables de ese partido ni siquiera sabían que teníamos parte del material de ese centro prestado de urgencia a otra comunidad autónoma.

Castilla-La Mancha y Castilla y León sufrieron la onda expansiva de Madrid especialmente en la primera ola. ¿Han hablado de ello en las reuniones entre los tres presidentes? ¿Se ha sacado alguna conclusión para el futuro?

Sí, pero no me importa tanto que aprendamos los cargos públicos, que al fin y al cabo somos pasajeros y seguramente no estaremos aquí ninguno dentro de una década; lo importante es que la administración y el sistema sanitario hagan el esfuerzo de protocolarizar lo que ha pasado con este virus -algo que ya está en marcha- y, sobre todo, establecer mecanismos de prevención de los que puedan venir. No me refiero a vacunas, hablo de cómo debe ser la reacción colectiva.

(Visited 3.605 times, 1 visits today)