Leandro Esteban, consejero de Presidencia, Administraciones Públicas y Portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, fue el encargado de defender la reforma electoral que propugna el PP y que pretende corregir cuanto antes que en Castilla-La Mancha los «votos vayan a la nada» o «a la basura», como ocurre con la legislación vigente, en la que todas las provincias empatan a escaños menos Ciudad Real, que es la que decide y donde el PSOE ha ganado todas las elecciones autonómicas hasta ahora.
Casi lo consiguió Barreda en 2011, perdiendo en todas las demás provincias y por más de 56.000 votos en la región, si no llega a ser porque la victoria del PP fue tan amplia en la provincia de Guadalajara que casi doblaron a los socialistas en escaños y, finalmente, gobernó el partido más votado en la comunidad autónoma.
El PP saca la ley solo con sus votos e incumpliendo su promesa de que las Cortes de Castilla-La Mancha no aprobaran nunca más una ley electoral con los votos de un solo partido, como hizo la legislatura pasada José María Barreda, convirtiendo a esta comunidad en una deshonrosa excepción.
El Gobierno de María Dolores de Cospedal también ha renunciado a su promesa de hacer una ley que llevara una reasignación automática de escaños entre las cinco provincias en función de la población, como la ley electoral española.
Pero el PP ha decidido tirar para adelante y acabar cuanto antes con una ley lectoral infame y susitutirla por otra que mejora considerablemente la anterior, aún dejándose promesas por el camino. Las ventajas las explicó el consejero de Presidencia: «Va a garantizar más y mejor representatividad de todos los territorios a coste cero, ya que el incremento de diputados no costará más a las Cortes, devuelve la justicia electoral a la región y sigue las directrices del Tribunal Constitucional».
Otra vez el consejero de Presidencia, a quien le tocan las papeletas más difíciles en el Ejecutivo, sean de su competencia o no, propició al PP y al Gobierno una victoria parlamentaria en un tema al que el PP acudía con contraddciones de las que el PSOE no supo sacar ningún partido.
«Dijimos que nuestro propósito era reformar la ley electoral, lo dijimos antes, durante y después de la campaña electoral. El PSOE no dijo nada antes, durante o después de la campaña, querían mantener la ley electoral tramposa, es lo que quieren con su silencio, mantener el atajo de poder conseguir fuera de las urnas lo que las urnas le niegan».
Así comenzó Esteban defendiendo la reforma, amparada por la urgente necesidad de acabar con una «ley injusta, tramposa, que puede dar fuera de las urnas los beneficios que las urnas niegan».
«La legitimidad de haber ganado las elecciones con esa ley nos da también la legitimidad de poder cambiarla», dijo el consejero. ¿Por qué no presentan una propuesta si la tienen, porqué no quieren discutirla?, proclamó el portavoz, una idea que utilizó varias veces a lo largo de su intervención, la de que el Grupo Socialista no quería cambiar la ley ni había trabajado en ninguna alternativa, «porque la gran aportación que han hecho ha sido introducir una cortina que es la circunscipción única, que no adminte el más mínimo principio de constitucionalidad y que está en contra del sentido común. Se esconden detrás de una simple cortina de humo».
Aprovechó el portavoz del Gobierno regional para referirse a su rival parlamentario de esta tarde, el diputado socialista José Molina. «Me parece harto incongruente, señor Molina, y me parece que es muy revelador que el PSOE ponga a defender una ley electoral a quien ha defendido una cosa y la contraria con distintos grupos», en relación a que Molina ha sido diputado de IU antes que del PSOE.
Y una vuelta más de tuerca en la segunda intervención: «¿Cuándo mentía, cuando defendía que eran buenos más diputados para Castilla-La Mancha o ahora que defiende que haya menos?
«Dice usted señor Molina que vamos a perder las elecciones con esta ley y yo le digo que daré por bien perdidas las elecciones si conseguimos que vuelva a crecer la hierba por donde ustedes pisaron», dijo Esteban entre los entusiastas aplausos del Grupo Parlamentario Popular.
Y continuó por la misma senda: «Me habla usted de tropelías y hemos ido hoy a poner una querella por presunta prevaricación y malversación contra un ex alto cargo de la Junta por (presuntamente) utilizar dinero público para un fin para el que no estaba destinado».
«No sé si el líder de su grupo está o no está, porque no sé quien es el líder de su grupo», apostilló maliciosamente Esteban a propósito del secretario general del PSOE en Castilla-La Mancha y alcalde de Toledo, Emiliano García-Page.
«Lo que pretendemos es que gobierne quien gane», «es una aberración que es urgente corregir», «ganará las elecciones el que tenga más votos, les guste a ustedes o no», «pretendemos garantizar que los territorios tengan el peso que el Estatuto dice y todo esto les parece mal al Partido Socialista» son algunos de los argumentos que utilizó el consejero para defender la nueva ley electoral que califica de «equilibrada y centrada»
«Hoy decía el presunto líder del Partido Socialista (Page) que todos los que han cambiado con tufillo la ley electoral han acabado perdiendo. Entonces, ¿qué problema tiene el pretendido líder del PSOE en apoyarla». Las preguntas del consejero de Presidencia al líder de la oposición, ausente en la Cámara porque no es parlamentario, continuaron: «¿Es que pretende no dar la cara, es que pretende que no pueda ganar el que la dé o es que no tiene ningún argumento?».
Los reproches hacia la actitud en el pasado del PSOE en la región regresaron al discurso de Leandro Esteban: «Han roto todos los consensos, hicieron trampas en la ley electoral, se proclaman defensores de lo público y lo pusieron a rodar».
El portavoz del Gobierno consideró que la «actitud del Partido Socialista es impropia de un partido que hasta antes de ayer formó gobierno en Castilla-La Mancha».