Hasta el último momento defendió el Tajo. En esta imagen, tomada hace un par de semanas, en la última reunión celebrada de la Comisión del Pacto por el Tajo.
El exconcejal toledano Julio Herrera ha fallecido hoy en la capital de Castilla-la Mancha, tras no poder superar un cáncer. Sus restos permanecen en el tanatorio de Toledo, donde serán incinerados mañana domingo.
El nombre de Herrera estará siempre unido a tres palabras: izquierda, Tajo y Toledo. Concejal del Ayuntamiento por el PCE y por Izquierda Unida en varias legislaturas, fue uno de los fundadores de la Nueva Izquierda que acabó integrada en el PSOE. Defendió siempre los principios de la izquierda y muy especialmente el Tajo, el río que vio empeorar cada año.
Herrera llevaba más de una década alejado de la política activa, pero mantuvo su vinculación con la lucha contra el trasvse y en defensa de la recuperación del río y, de hecho, formaba parte de la Comisión Gestora recientemente creada en la ciudad con el fin de lograr un Pacto por el Tajo en el que participaran colectivos políticos, económicos y sociales de toda la ciudad.
Julio Herrera, junto Ángel Dorado, Juan José González y José Luis Sánchez Maeso, también fallecido, fueron los protagonistas de la actividad de IU durante la década de los 90 en la ciudad y la provincia de Toledo y destacaron por su trabajo en pro de la ciudad mientras fueron conejales.
Se da la circunstancia de que ayer murió, también afectado por un cáncer, otro exconcejal toledano, compañero de Corporación de Herrera, el socialista Pedro Añó.
La alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón Jaime, ha mostrado su consternación y pesar por la muerte de Julio Herrera, de quien ha destacado su «coherencia política» y «el compromiso personal» con el Tajo y la ciudad de Toledo.
En un comunicado difundido por el Ayuntamiento de Toledo, se recuerda su trayectoria en defensa del interés de la ciudad:
Vinculado con el mundo sindical y la defensa del río Tajo, de cuyo emblemático Equipo de Defensa fue fundador a finales de los años setenta, Julio Herrera se incorporó al Ayuntamiento de Toledo en septiembre de 1983, como concejal del Grupo Municipal del PCE. Lo hizo sustituyendo al dimitido Luis Alfredo Béjar y fue nombrado por el alcalde Joaquín Sánchez Garrido como concejal de Cultura.
En esa condición, hubo de afrontar la polémica por el traslado de la obra escultórica de Victorio Macho a Palencia y promovió la celebración de la primera Semana del Libro en la Plaza de Zocodover. Unos meses después, Herrera abandonó el Ayuntamiento al ser elegido secretario provincial de CCOO.
Volvió a se elegido concejal en 1987, siendo nombrado por el alcalde José Manuel Molina presidente de la Comisión Municipal de Defensa de Tajo. Ocho años después, ahora encuadrado en las listas de Izquierda Unida, Herrera fue, por tercera vez, elegido concejal.