«Estuve en el primer día de campaña y estoy en el último». Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, se ha arremangado para acudir a Albacete en el último día de campaña electoral, antes de la doble cita con las urnas del próximo 28 de mayo. El Casino Primitivo de Albacete ha recibido al líder ‘popular’ entre banderolas y unos cuantos simpatizantes que se han dado cita en el céntrico enclave albaceteño.
En veinte minutos de discurso, el líder del PP ha tratado de denunciar lo que considera que es «la mascletá perfecta» del PSOE: ha nombrado el posible fraude electoral en Melilla en el que responsabiliza a los socialistas o la inclusión de terroristas en listas de Bildu. La palabra que más ha usado el gallego ha sido «sanchismo»– que es como define al PSOE – y en ninguna ocasión el líder popular ha nombrado a Emiliano García-Page, el candidato socialista a la reelección y gran rival del candidato del PP, Paco Núñez. «Castilla-La Mancha no va a validar el sanchismo. Ni el sanchismo se va a apoyar en Castilla-La Mancha», ha clamado el gallego ante un Casino Primitivo que ha levantado banderas azules, blanquimoradas y rojigualdas como si no hubiera un mañana. Para los populares no lo hay, han repetido en varias ocasiones que el momento es «histórico» para comenzar a escalar el camino hacia La Moncloa.
El líder del PP se ha mostrado cercano tanto con Núñez como con Manolo Serrano, candidato a la Alcaldía de Albacete. De hecho, Feijóo ha recordado que cuando llegó a la Xunta de Galicia en 2009 lo hizo con el lema «Llegó el momento». «El domingo hay una gran oportunidad porque a Paco Núñez le ha llegado el momento», ha arropado Feijóo a Núñez, sentado en primera fila.
Paco Núñez defiende el “cambio” en CLM mirando a Madrid y Andalucía
«Hay que hacer un último esfuerzo», ha relatado el candidato del PP en Castilla-La Mancha poco después de subirse al atril del Casino Primitivo de Albacete. Si Feijóo no ha nombrado a Page y se ha centrado en la crítica al «sanchismo», Paco Núñez ha mirado, en numerosas ocasiones, a Madrid a Andalucía. Madrid y Andalucía como ejemplo «de buena marcha», Madrid y Andalucía como «innovación, desarrollo y atracción», Madrid y Andalucía como modelo en «fiscalidad». Tanto tienen Madrid y Andalucía para Núñez, que lleva en su autobús electoral las caras de la presidenta de la comunidad madrileña, Isabel Díaz-Ayuso, y del presidente andaluz, Juan Manuel Moreno Bonilla.
El Partido Popular castellanomanchego se pone como prioridad, si llega a gobernar, «derogar la Ley de Agricultura Familiar porque a nadie se le van a expropiar tierras en Castilla-La Mancha». Núñez ha nombrado sus grandes propuestas electorales ante los fieles de Albacete: la creación de un «valle de innovación para atraer startups», el «plan nacional del agua» o la «recuperación de la carrera profesional sanitaria».
«Es el fin de una era en Castilla-La Mancha», ha dicho Núñez con la voz en el cielo. «Pido el voto para que apostéis por el cambio, por este momento histórico». Núñez se va de Albacete con la confianza de que el 28M hay mucha pelea por ocupar el sillón de la Junta de Castilla-La Mancha.