El vicepresidente de Castilla-La Mancha, José Luis Martínez Guijarro, cree que el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, debe seguir siendo el candidato del PSOE para revalidad su cargo en las elecciones autonómicas de 2023.
Ha sido capaz de reordenar la situación
«Mi opinión es absolutamente favorable«, ha expresado en este sentido en el desayuno informativo, «Espacio Reservado«, que ha organizado encastillalamancha.es en el restaurante Venta de Aires, en Toledo, ante un auditorio de 250 personas donde había una amplia representación política, social y económica de la región.
Guijarro, a preguntas tras su intervención, ha asegurado que todavía no ha hablado de este tema con el presidente, pero ha ensalzado su papel en estos ya casi siete años en el Palacio de Fuensalida. «Ha sido capaz de coger Castilla-La Mancha en una situación muy complicada y la ha reordenado, superando situaciones muy complicadas», ha subrayado el vicepresidente.
«Hemos pasado días llorando de rabia»
Y es que ha recordado que lo pasaron «muy mal con el Covid, en Fuensalida hemos estado días llorando de rabia y había gente pensando en el rédito electoral de esta situación».
Defiende la estabilidad política en la región
Además, ha defendido la «situación de calma política e institucional» que hay ahora en Castilla-La Mancha por la mayoría absoluta del PSOE. Una situación «excepcional» en el país, pero que asegura que «las empresas que vienen de fuera lo ponen en valor cuando» cuando se ponen en contacto con el Gobierno regional.
919 batallas
De cara a las elecciones de 2023, las cuales llevan mucho tiempo preparando, según ha dicho, espera mejorar el ya buen resultado anterior del PSOE, donde alcanzaron el gobierno no solo en la Junta, sino en todas las diputaciones y ayuntamientos de capital de provincia.
Explica que en el ámbito autonómico, «el voto está muy personificado» y ahí confía en la figura de Page, aunque en los ayuntamientos su partido tendrá que librar «919 batallas».
Preguntado por el caso de Toledo, ha afirmado que no ve «problema», pero es que en el conjunto de la región aspira a «ampliar» el poder del PSOE. «No veo a nadie enfrente», ha señalado.
«El diálogo será más complicado con VOX»
Y hablando de rivales, el vicepresidente de Castilla-La Mancha ha puesto la vista en el futuro y ya ve un primer inconveniente con la posible llegada de VOX a las cortes de Castilla-La Mancha: «El diálogo será más complicado». «Es muy difícil dialogar con gente que está en contra del propio sistema, de las comunidades autónomas, que plantean que se suprima derechos que han contado años para que la gente pueda disfrutar».
Así, ha criticado que desde la formación de ultraderecha «agreda dialécticamente a colectivos«, lo que cree que «el clima se puede enrarecer«, un ambiente que opina ya se comenzó a caldear con la llegada de Cospedal. «Nunca ha vuelto a ser el mismo», ha expresado.
«Núñez apoyaba a Casado y dejó de hacerlo»
Pasando al PP, ha recordado que el presidente de los «populares» en la región, Paco Núñez, «apoyaba a Casado y dejó de hacerlo, igual que el 99 por 100 del PP».
Sobre un posible pacto con VOX, ha dicho que habrá que ver la «capacidad de aguante de Mañueco» y ha recordado lo que le costó al Ejecutivo del que forma parte cuando pactó con Podemos. «Aguantamos hasta las puñaladas que nos dieron y los de VOX van a hacer envite».
Esta ha sido la 51º edición de «Espacio Reservado», un desayuno informativo que organiza encastillalamancha.es, y que ha contado con el patrocinio de BBVA y Construcciones Sarrión.