El vicepresidente del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro, denuncia que Podemos no ha explicado los motivos por las que rompió el acuerdo de presupuestos y rechazó las cuentas en las Cortes, si bien sospecha que los dos diputados de Podemos se han movido por razones políticas, no presupuestarias.

Martínez Guijarro sostiene que «no hay ninguna razón presupuestaria» para el voto en contra de Podemos al presupuesto, más aún cuando «hay un acuerdo que se ha presentado públicamente» el 23 de enero, después de «semanas de negociaciones», y se decanta por pensar que ha habido «razones políticas de índole interna» en Podemos.

Así, apunta que se ha podido tratar de cuestiones internas de nivel regional, ya que la formación morada celebrará en mayo su asamblea para elegir al secretario general, un proceso al que, previsiblemente, optarán los dos diputados regionales, José García Molina -actual secretario general- y David Llorente.

[ze_summary text=»Se ha podido deber a una situación de Podemos a nivel nacional, que haya trasladado el mensaje de que había que romper el acuerdo de presupuestos aquí»]Se ha podido deber a una situación de Podemos a nivel nacional, que haya trasladado el mensaje de que había que romper el acuerdo de presupuestos aquí[/ze_summary] 

También sugiere que se ha podido deber a una «situación interna de Podemos a nivel nacional», que «haya trasladado el mensaje de que había que romper el acuerdo de presupuestos aquí».

«Cualquiera de las dos cosas me parece grave, porque supone que se quiere tomar a la región y a los ciudadanos de Castilla-La Mancha como rehenes de esa necesidad política que pueda tener Podemos», asevera Martínez Guijarro, que se muestra contundente al negar que el rechazo al presupuesto haya estado motivado por razones presupuestarias.

«Nunca dijeron que las enmiendas eran sine qua non»

Así, reitera el acuerdo previo a su presentación alcanzado entre el Gobierno regional y Podemos e insiste en que las enmiendas presentadas por la formación morada que no salieron adelante «no eran sustanciales desde el punto de vista cuantitativo», al tiempo que añade que «en ningún momento, ni durante los dos días de pleno ni ante los medios de comunicación, hubo ninguna intervención en la que dijeran que eran condición sine qua non».

De hecho, recuerda que «la única condición sine qua non que puso Podemos en todo el proceso fue la incorporación del Plan de Garantías Ciudadanas», que se incluyó en el proyecto de ley de presupuestos para 2017, dotado con 120 millones de euros.

[ze_summary text=»No ha habido ninguna señal, por mucho que digan que han estado lanzado señales permanentemente, nadie las ha visto»]No ha habido ninguna señal, por mucho que digan que han estado lanzado señales permanentemente, nadie las ha visto[/ze_summary] 

«No ha habido ninguna señal. Por mucho que digan que han estado lanzado señales permanentemente, nadie las ha visto», denuncia Martínez Guijarro, que recalca que Podemos votó en contra de la enmienda a la totalidad que presentó el PP al presupuesto, que en la Comisión de Presupuestos de las Cortes votó a favor del dictamen de la ley y que incluso en el mismo pleno en el que rechazaron las cuentas, los dos diputados de Podemos apoyaron, minutos antes del voto en contra, varias enmiendas parciales presentadas por el PSOE.

Por todo ello, incide en que «si mandaban señales, eran muy codificadas, que nadie fue capaz de descodificar».

Así, se pregunta si se podría haber hecho algo de otra forma para haber evitado el voto en contra de Podemos al presupuesto, toda vez que insiste en que «la decisión no está relacionada» con el proyecto presupuestario.

Martínez Guijarro se muestra consciente de que, toda vez que el PSOE no cuenta con mayoría absoluta en las Cortes, en la tramitación presupuestaria se puede generar polémica en torno a alguna enmienda, como ya ocurrió el año pasado con los fondos destinados a la agricultura ecológica, pero incide en que «de ahí a que provoque una ruptura del acuerdo presupuestario hay un trecho muy muy grande».

Guijarro rechaza las acusaciones de «prácticas mafiosas»

De este modo, hace alusión a la polémica generada por la enmienda de Podemos que proponía reducir la aportación de la Fundación Impulsa en 1,6 millones para destinarlo a un plan de equipamientos deportivos en Talavera de la Reina para apoyar su candidatura como Ciudad Europea del Deporte y rechaza las declaraciones de García Molina, que ha acusado al Gobierno regional de «prácticas mafiosas».

«Me parecen acusaciones muy graves. Si por prácticas mafiosas entienden que les expliquemos a los trabajadores del Museo de las Ciencias la enmienda que había presentado Podemos, creo que eso no es una práctica mafiosa, eso es explicarle a quien se va a ver afectado por una decisión de lo que significa esa decisión», argumenta Martínez Guijarro.

Y añade que «puede no gustarle a Podemos el que casi espontáneamente se concentraran 1.000 personas a las puertas del Museo de las Ciencias o que los trabajadores llamaran a los responsables de Podemos, pero eso no es una práctica mafiosa, es casi el día a día de la política, de personas y colectivos que intentan defender sus intereses».

Así, recuerda que también hubo una manifestación a las puertas de las Cortes regionales pidiendo más ayudas para la agricultura ecológica pero eso «no son prácticas mafiosas ni mucho menos, porque la gente tiene la libertad de poder explicar lo que piensa y de poder reivindicar sus intereses legítimos»

«Parece que hay gente que tiene la piel muy fina para recibir determinado tipo de críticas pero que luego no tiene ningún problema en hacer críticas al Gobierno o a otras formaciones políticas», lamenta Martínez Guijarro que, asimismo, apunta que Podemos no había calculado las consecuencias que suponía rechazar un presupuesto cuando lo hizo.