Siempre al servicio de España como única tarea, agradecido al apoyo obtenido de los españoles para conseguir la transformación de España en un estado democrático moderno, pero consciente de que se necesita un nuevo impulso para afrontar una país con profundas cicatrices sociales por los efectos de la crisis y con importantes retos por delante. Así ha definido el Rey Juan Carlos I los sentimientos y las razones que la han llevado a la abdicación de la Corona en la persona de su hijo, Felipe de Borbón.
«Asumí el firme compromiso de servir a los intereses generales de España con el afán de que los ciudadanos protagonistas de su propio destino” y de traer “una democracia moderna a nuestra nación”, tarea “ilusionante” que considera cumplida, al tiempo que se ha conseguido “la transformación de España”. Con estas palabras comenzó su última alocución como jefe del Estado.
“Hoy, cuando vuelvo atrás la mirada, no puedo sino sentir orgullo y gratitud hacia vosotros, por lo que hemos conseguido y por el apoyo que me habéis dado”, continuó.
“Fiel al anhelo político de mi padre, de quien heredé el legado de la monarquía española, he querido ser rey de todos los españoles”, ha explicado el monarca.
«LAS CICATRICES DE LA CRISIS EN EL TEJIDO SOCIAL»
A continuación, se ha referido a “la larga y profunda crisis, que ha dejado serias cicatrices en el tejido social” e importantes retos» por delante.
Tras reconocer que hace un balance autocrítico «de nuestros errores y limitaciones» el Rey ha recordado también el gran avance de España, a la que se ha referido como «una gran nación».
Considera que la situación actual obliga a una reflexión claro y necesaria: que “Hoy merece pasar a la primera línea una generación más joven, con nuevas energías y decidida a emprender con determinación las reformas que la coyuntura actual está demandando”.
MEDIA LA ABDICACIÓN DESDE ENERO, CUANDO CUMPLIÓ 76 AÑOS
El Rey entiende que “mi hijo Felipe encarna la estabilidad” y ha dado a conocer que medita la abdicación desde que a primeros del mes de enero cumpliera 76 años.
Recordando que “mi única ambición ha sido contribuir a logar el progreso en libertad de todos los españoles” y que ha dedicado “mi vida entera y todas mis capacidades al servicio de España”.
A continuación se ha referido al heredero como la persona que “tiene la madurez, preparación y sentido de la realidad necesarios para asumir la Jefatura del Estado”, misión en la que está convencido de que “contará con el apoyo de la Princesa Letizia”.
«GUARDO Y GUARDARÉ SIEMPRE A ESPAÑA EN LO MÁS PROFUNDO DE MI CORAZÓN»
Por todas estas razones, dijo, “he decidido poner fin a mi reinado y abdicar la corona de España y así acabo de comunicárselo presidente del Gobierno”. Sus últimas palabras fueron de gratitud al pueblo español y a todas las personas que han encarnado poderes e instituciones del Estado y a cuantos me han ayudad con generosidad y lealtad a cumplir mis funciones”, así como a la Reina Sofía, de la que ha destacado su permanente generosidad y y lealtad”.
“Guardo y guardaré siempre a España en lo más hondo de mi corazón”, finalizó el Rey su despedida de la Jefatura del Estado.