Durante años CSIF ha sido el sindicato más crítico con la política de función pública de los sucesivos gobiernos de Castilla-La Mancha. A cambio, es el favorito de los funcionarios de la Junta y el hombre que lo lidera, Juan Pinilla, el más veterano de los dirigentes sindicales en activo, ante su reto más difícil, mantener la credibilidad de su organización cuando ataca el fuego amigo; es decir, los recortes de un Gobierno del PP para las plantillas públicas.
A Pinilla y a los suyos les va a hacer falta toda su experiencia, la suya consagrada en dos décadas al frente de CSIF, y todo el apoyo de sus bases para salir a flote en un mar revuelto en el que el partido político con el que más sintonizan, el PP, azuzado por la situación económica, «ataca» sus esencias: los trabajadores públicos.
Hasta ahora han conseguido mantener la sintonía con las bases, lo que a buen seguro le habrá costado más de una bronca con el Gobierno de María Dolores de Cospedal, al que no le hicieron huelga el 29 de febrero, pero al que han criticado los recortes y hasta le han pedido la cabeza de un consejero.
El de Sanidad, Ignacio Echániz, un hombre al que Pinilla aconseja humildad y algo más, como podrán leer mañana en la entrevista que publicamos en encastillalamancha.es con el responsable de CSIF en la región.
En cualquier caso, no sería la primera bronca con el poder. Porque aunque cuesta imaginar a este hombre respetuoso y afable desalojado por la Policía, Pinilla recuerda en la entrevista que a lo largo de su carrera como dirigente sindical de la función pública ha habido momentos de tensión máxima, que ha discutido mucho con los consejeros competentes en esta materia y que hasta hubo una ocasión «en que me tuvo que sacar la Policía».
Muy crítico con los sindicatos de clase, dice de Comisiones Obreras y UGT que cerraban acuerdos «con nocturnidad y alevosía» con los gobiernos socialistas y que excluían de la mesa a otros sindicatos y explica que en cuanto a subvenciones públicas «CSIF es el sindicato paupérrimo».
En la entrevista que publicamos mañana, el presidente de CSIF denuncia los años de gasto alegre en las administraciones y cree que la supresión de empresas públicas y fundaciones prometida por el actual Ejecutivo regional «va un poco lenta».
Este veterinario, que comenzó su carrera en la función pública castellano-manchega en La Puebla de Montalbán (Toledo) tiene claro la única salida ante la que está cayendo y la que todavía se avecina: solo un pacto entre PP y PSOE hará viable el sostenimiento del sistema público en educación o sanidad; es decir, «tienen que ponerse de acuerdo sí o sí».
Pinilla admite que hay que hacer recortes, aunque a nadie le gusten, pero pide que sean para todos, «para los de arriba, para los de abajo y para los del medio, no solo para los trabajadores». Es especialmente crítico con el funcionamiento de algunas capas de la enseñanza universitaria y dice claramente que hay catedráticos más pendientes de la empresa privada que de la docencia y que no se pueden mantener facultades en las que hay mas profesores que alumnos. Lo cuenta en la entrevista que publicamos mañana, donde repasa las tripas de las administraciones públicas y la situación de los funcionarios.
Su dilatada trayectoria al frente de CSIF le ha permitido conocer a toda la clase política castellano-manchega de los ultimos 20 años. Tiene buena opinión de la mayor parte de los dirigentes actuales, pero se revuelve contra la actitud poco cercana de los que él llama los consejeros del Gobierno regional que no son de aquí y a algún responsable regional le considera «por encima del bien y del mal» y poco dado al trato con la Tierra. ¿Quién es y de qué se ocupa? lo podrán leer mañana.
¿Lo de el secretario de Estado Antonio Beteta con el cafelito de los funcionarios? » Se pasó tres gasolineras. ¿Bono y Barreda? «Bono tiraba para Albacete y Barreda para Ciudad Real».
Y, ¿Cospedal?
Mañana les contaremos lo que piensa de Cospedal, Emiliano García-Page, Leandro Esteban, Vicente Tirado, Jesús Fernández Vaquero, Ángel Nicolás y sus «rivales» José Luis Gil y Carlos Pedrosa.