El delegado de la Junta en Toledo, Fernando Jou, ha trasladado un mensaje de tranquilidad a la población al asegurar que cuando el cadáver de la perra infectada por rabia fue arrojado al vertedero el virus era «ya totalmente inactivo».
Jou se ha pronunciado así en rueda de prensa al ser preguntado por el envío al vertedero del cuerpo de la perra que había mordido a cinco personas antes de ser abatida y que dio positivo en la prueba de la rabia.
El delegado de la Junta ha defendido que el Gobierno castellanomanchego tomó «todas las medidas, todas las garantías necesarias para asegurar y garantizar la salud de los ciudadanos», si bien ha admitido que «en algún momento pudiera ser que no se hicieron las cosas lo bien que pudieran haberse hecho por parte del Ayuntamiento».
Un hecho, ha señalado Jou, sobre el que los servicios de Agricultura y Salud Pública están realizando un informe.
No obstante, ha querido reiterar el mensaje de tranquilidad ya que, según ha explicado, el virus de la rabia permanece activo en el cadáver del animal 24 horas, mientras que del cuerpo se deshicieron tres días después, cuando «el virus era ya totalmente inactivo».