Las Cortes de Castilla-La Mancha han rechazado, con los votos en contra del PP, la proposición socialista encaminada a evitar la desaparición, el cierre o la disminución de líneas y servicios de trenes de media distancia en la región, proceso que ha comenzado ya.
La moción rechazada es consecuencia de la interpelación en el último pleno del Parlamento autonómico de la diputada socialista Rosa Melchor a la consejera de Fomento, Marta García de la Calzada, sobre el futuro de los servicios ferroviarios de media distancia ante los planes de Renfe de reordenarlos.
El grupo parlamentario popular ha rechazado la propuesta socialista porque, según ha subrayado el diputado del PP José Luis Teruel la reordenación no supone la supresión de los servicios ferroviarios, sino una reducción «selectiva» de aquellos infrautilizados, de modo que la movilidad de los ciudadanos de Castilla-La Mancha «está garantizada».
A juicio de Teruel, la denuncia del grupo socialista supone «un nuevo episodio de alarmismo, ciencia ficción, rumores y demagogia» porque «todos los servicios de media distancia que transcurren por la región se van a mantener» y sólo se suprimen «un número residual de paradas sin uso», con menos de una docena de viajeros.
El diputado del PP ha recalcado que todos los servicios que tengan una ocupación del 15 por 100 mantendrán la consideración de servicio público, a pesar de que los técnicos eleven esta cifra hasta el 20 por 100.
Sin embargo, la diputada del PSOE Rosa Melchor ha expresado su temor de que la supresión de servicios condene al aislamiento a determinadas zonas rurales de la región, pues ha avisado de que existe una «inmensa cantidad de ciudadanos que usan el transporte ferroviario porque no tienen vehículo particular».
Así, ha criticado que el Gobierno haya dicho que garantiza los trenes, pero ya se ha comenzado la racionalización y en trayectos como Cuenca-Valencia, donde había una relación de un tren de ida y tres de vuelta, han quedado sólo dos de esa vuelta.
Del mismo modo, ha alertado de la supresión «prácticamente del 50 por 100 de trenes entre Madrid-Alicante-Valencia» o de que «han pasado de dos a uno los que vienen por Alcázar, van a Albacete y llegan hasta Valencia».
Además, los vecinos de Almansa (Albacete) no cuentan con ningún tren «para entrar o salir de la localidad» en determinadas horas del día y en Talavera «de catorce servicios que había se han quedado en ocho, dejando una banda horaria sin comunicación en el foco del día».
La proposición socialista que ha sido rechazada incluía, por un lado, el instar al Gobierno de España a retirar el plan de racionalización e iniciar un proceso de acuerdo con las comunidades, ayuntamientos y organización sociales y, por otro, el pedir a la Junta que evitase la desaparición o disminución de líneas y la garantía de que se mantengan todas las líneas ferroviarias.