Entre lágrimas, ya un clásico en el secretario general del PP de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado levantó a la «masa», sacó los aplausos de sus compañeros, les hizo reír e incluso a algunos a emocionarse y, sobre todo, se volcó con su presidenta, la de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal.
Le correspondía exponer su informe de gestión y comenzó con estos epítetos hacia la presidenta del PP regional: «Eres honesta, honrada, eficaz, una extraordinaria política y todavía mejor persona. Los castellano-manchegos te necesitamos y siempre has estado ahí para dar un paso adelante, donde tenías que estar, luchando para que la Castilla-La Mancha que los socialistas dejaron arruinada salga adelante. Porque queremos a Castilla-La Mancha y la vamos a levantar».
Aludió Tirado a que éste es, efectivamente, un Congreso histórico, «porque se celebra por primera vez siendo el PP el partido de Gobierno. Y estamos para servir a los castellano-manchegos, porque antes que austeridad somos servidores públicos. No hay tarea más bonita para un castellano-manchego que trabajar por los ciudadanos de Castilla-La Mancha».
Reconoció que a los ciudadanos «les estamos pidiendo un esfuerzo extraordinario y nosotros debemos ser un ejemplo de transparencia, eficacia, austeridad, sensatez, honradez y trabajo. Claro que no queremos hablar de la herencia recibida, pero el problema que tenemos es que la sufrimos».
Y volvió a, voz en grito, levantar a la «masa»: «¡¡Si el PSOE siguiera gobernando no habría ni Sanidad ni Educación públicas en Castilla-La Mancha, pero nosotros lo vamos a garantizar gracias al plan valiente de Cospedal de garantizar los servicios públicos!!».
Cuando habló del futuro incierto «que nos encontramos hace 10 meses lo estamos enderezando. Los socialistas dejaron arruinada Castilla-La Mancha y el PP la está salvando, los castellano-manchegos son los auténticos héroes».
Porque, insistió, «no es verdad que los socialistas no dejaran ni telarañas en los cajones, sí, dejaron muchas facturas sin pagar». Y tiró de orgullo, «que lo tengo por haber sido vuestro secretario general (aquí se le empezaron a caer algunas lágrimas) porque sé que todos me habéis ayudado. Tengo una deuda impagable con todos vosotros por vuestra colaboración y entrega. Gracias a los 53.000 militantes, os llevo en el corazón».
Era el contenido de su informe de gestión. Y aprovechó para decir que han aumentado la militancia en el PP de la comunidad autónoma en un 18 por 100 en los últimos cuatro años, «nosotros nos vamos a dejar la piel por los castellano-manchegos para que vivan mejor, sean del PP o no».
Y tras agradecer de nuevo a Cospedal el trabajo realizado en estos últimos años no quiso finalizar su intervención sin acordarse de María Jesús Bonilla, alcaldesa de Tarancón; de Leandro Esteban, consejero de Presidencia y Administraciones Públicas y Portavoz del Gobierno; de Ana Guarinos, presidenta de la Diputación de Guadalajara; de Antonio Serrano, senador y secretario de Organización; de Jesús Labrador, delegado del Gobierno en Castilla-La Mancha; y de los presidentes de las Diputaciones Provinciales gobernadas por el PP. «¡Cuántos sábados por la tarde y domingos enteros nos citaste para trabajar, María Dolores!».