Don Juan Carlos de Borbón no ha asistido a la ceremonia solemne de proclamación de su hijo Felipe como rey de España para no quitarle el protagonismo que le corresponde en el día más importante de su vida. Pero la princesa de Asturias, Leonor, y su hermana, la infanta Sofía, también han sido en parte protagonistas involuntarias del acto. Primero, durante la ceremonia celebrada en el Congreso de los Diputados, y posteriormente en el balcón del Palacio Real, cuando los reyes, sus padres y ellas han salido a saludar a la ciudadanía, las dos niñas han llamado la atención de diputados, senadores, autoridades, periodistas y público.
Cuando los Reyes han entrado en el hemiciclo del Congreso, a las 10.39 horas, han sido recibidos por 325 diputados y 259 senadores que, puestos en pie, les han brindado un caluroso aplauso durante dos minutos. Leonor y Sofía -de casi nueve y siete años, respectivamente-, sentadas a la izquierda de sus padres en sillones más pequeños que los de ellos, ya han llamado la atención de los asistentes al acto por su modélico comportamiento, impropio de su edad.
El rey Felipe VI ha sido interrumpido con aplausos en seis ocasiones durante los 25 minutos de su discurso. La primera, cuando ha dicho que quería rendir «un homenaje de gratitud y respeto» a su padre, el rey Juan Carlos I. La segunda, cuando ha agradecido a su madre, la reina Sofía, «toda una vida de trabajo impecable al servicio de los españoles» y ha elogiado «su dedicación y lealtad al rey Juan Carlos, su dignidad y sentido de la responsabilidad».
APLAUSOS A LA REINA SOFÍA
La reina Sofía ha recibido el aplauso de todos puesta en pie junto a su hija Elena. La otra hija, Cristina de Borbón, no asiste a ningún acto oficial desde que decidieron que no formara parte del protocolo de la Familia Real a raíz de la imputación de su marido, Iñaki Urdangarín, en el caso Nóos.
Las dos nietas también la han aplaudido. Al finalizar los aplausos, Leonor, princesa de Asturias, ha saludado con la mano a su abuela, que se encontraba justo frente a ellas pero en la otra parte del hemiciclo, en la tribuna de invitados.
Se nota que las niñas están siendo educadas desde que nacieron para el papel que cada una de ellas deberá desempeñar como parte de la Familia Real en una monarquía parlamentaria. Cada vez que los parlamentarios aplaudían, ellas también lo hacían hasta que dejaba de escucharse la última palmada. Una de las veces Sofía no lo ha hecho y su hermana Leonor le ha tocado en el brazo para que aplaudiera; y ha aplaudido.
LAS AUSENCIAS
Quienes no han aplaudido ni la llegada de los reyes ni el discurso de Felipe VI han sido los presidentes de Cataluña, Artur Mas, y del País Vasco, Íñigo Urkullu; y tampoco lo han hecho la mayoría de los diputados y senadores de sus respectivos partidos, CiU y PNV. Josep Antoni Duran Lleida sí ha aplaudido.
Además de las primeras autoridades de los órganos constitucionales del Estado, al acto han asistido todos los presidentes y presidentas de las comunidades autónomas, entre ellos María Dolores de Cospedal, que lucía un elegante vestido color verde esmeralda claro muy elogiado por algunas mujeres.
Tal y como estaba previsto, porque ya lo habían anunciado, al acto solemne de proclamación del rey no han acudido los 11 diputados de La Izquierda Plural (IU, ICV-EUiA, CHA), los de Amaiur y los de ERC. Todos ellos pedían que, antes de convocar este acto, se celebrara un referéndum para que la ciudadanía decidiera en las urnas si quiere una monarquía parlamentaria como la que existe en España desde 1978 o elige una republica con un presidente o presidenta elegido por votación.
GONZÁLEZ, AZNAR Y ZAPATERO
En la tribuna de invitados, a escasos metros a la izquierda de la reina Sofía, se encontraban los ex presidentes Felipe González, José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero. Han conversado en algunos momentos, pero en otros ha sido bien visible su total silencio mientras esperaban la llegada de los Reyes.
También cerca, pero a la derecha, se situaron las hermanas del rey Juan Carlos, Pilar y Margarita; el marido de esta última, Carlos Zurita; Froilán, hijo de la Infanta Elena, y otros miembros de la familia.
En los primeros momentos de espera muchos parlamentarios han aprovechado para fotografiarse, solos o con otros compañeros, como recuerdo de este día histórico.
En la tribuna principal, delante de los reyes y de sus hijas, colocados sobre un almohadón rojo bordado en oro, estaban la corona y el cetro.
A las 10.46 horas del 19 de junio de 2014, el primogénito de los reyes Juan Carlos y Sofía ha jurado «guardar y hacer guardar la Constitución». A continuación, el presidente del Congreso, Jesús Posada, ha dicho: «Queda proclamado rey de España don Felipe de Borbón y Grecia, que reinará con el nombre de Felipe VI. ¡Viva el Rey! ¡Viva España!».
EL APLAUSO DE LAS HIJAS
En ese momento, la reina Leitzia ha besado a su marido y todos han aplaudido la proclamación como rey. Sus hijas, también.
El rey Felipe VI ha pronunciado un discurso que muchos asistentes, tanto periodistas como parlamentarios, han calificado de «impecable». Otros, por el contrario, han dicho que era «correcto» pero que echaban en falta referencias más concretas al paro, a la inmigración, a la cada vez más numerosa pobreza y a otros muchos problemas de la sociedad actual.
Tras concluir el acto, la reina Sofía ha dicho a los periodistas que el discurso de su hijo le había gustado «mucho». A la infanta Elena, que se ha marchado en el mismo coche que su madre, le ha parecido «precioso».
Tras concluir el acto, los reyes se han dirigido al Salón de los Pasos Perdidos, donde han saludado a los portavoces de los grupos parlamentarios del Congreso y el Senado, los tres ex presidentes el Gobierno y los presidentes de las autonomías. Sus hijas iban en todo momento con ellos.
Después, desde las escalinatas de la Puerta de los Leones, Felipe VI y la reina Letizia, junto a sus hijas, han presidido un austero desfile de las compañías de honores de los tres ejércitos.
RECORRIDO POR LAS CALLES DE MADRID
A continuación, la princesa de Asturias y su hermana, la infanta Sofía, han entrado en un coche cubierto hasta el que las ha acompañado su madre. Una vez colocadas dentro, la reina Letizia ha subido a un Rolls Royce descubierto en el que ella y el rey han recorrido varias calles del centro de Madrid hasta el Palacio Real, pese a que los servicios de seguridad aconsejaban que viajaran en uno cubierto. Felipe VI ha efectuado el recorrido de pie, saludando con la mano a quienes llenaban las aceras, mientras la reina Letizia iba a su lado sentada.
En el Palacio Real han salido al balcón principal, junto a sus hijas y sus padres, Juan Carlos y Sofía, para saludar a las miles de personas que habían acudido a la plaza de Oriente. Las niñas no han parado de saludar con la mano. La reina Sofía, situada a la izquierda del balcón, se ha dirigido por detrás de sus nietas y de los reyes hasta la derecha, donde se encontraba su marido, Juan Carlos, y le ha dado un beso. La fotografía con ese gesto ha recorrido todos los medios de comunicación inmediatamente.
Después ya en el interior del palacio, los reyes han saludado a unas 2.000 personas que habían sido invitadas a esa recepción.
Madrid ha amanecido el Día del Corpus prácticamente tomada por unos 7.000 agentes de los distintos cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado, que han controlado en todo momento tanto desde el aire como por tierra y en el subsuelo. La ciudad había sido engalanada con decenas de miles de banderas de España, colocadas en vallas y colgadas en las farolas, además de en ventanas y balcones de viviendas particulares. No ha fallado nada. Incluso quienes han querido festejar al mismo tiempo una especie de «proclamación republicana», para demostrar su descontento con una monarquía heredada por razones sólo de sangre, aunque sea parlamentaria, han podido hacerlo. Eso sí, sin exhibiciones públicas, porque la Policía no permitía mostrar banderas republicanas.
MIRADAS Y BESOS DEL REY A SUS HIJAS
Juan Carlos I había decidido no acudir a la ceremonia solemne de proclamación de su hijo como rey para no quitarle protagonismo, según la versión de la Casa Real. Sus nietas, Leonor y Sofía, sí han quitado algo de protagonismo a su padre, aunque no hayan pronunciado ningún discurso. Y Felipe VI, a juzgar por las muestras de cariño que ha mostrado hacia ellas en varios momentos de los actos, con miradas y besos, estaba tan contento de que sus hijas fueran también protagonistas del día en que él ha sido proclamado rey de España.
Este periódico digital, encastillalamancha.es, ha sido uno de los poco más de 50 medios de comunicación que han podido seguir la ceremonia en primera fila, desde la tribuna de prensa del Congreso de los Diputados. Se habían acreditado más de 1.000 medios de comunicación de todo el mundo para cubrir informativamente el histórico acontecimiento.