La secretaria general de Asuntos Sociales de Castilla-La Mancha, Paloma Leis, cree que las reformas sanitarias y sociales deben continuar porque «de seguir con el modelo actual, los gastos terminarían llevando a la ruina la sanidad, los asuntos sociales, la educación y la administración pública del país».
Leis se ha pronunciado de esta forma durante su intervención en la Embajada Británica en Madrid en un encuentro sobre «Sostenibilidad de los sistemas nacionales de salud».
En este encuentro han intervenido varios consejeros de Sanidad de distintas autonomías, como el de Madrid, Javier Fernández-Lasquetty, quien se ha mostrado convencido de que las empresas sanitarias concurrirán «en número suficiente» al concurso para optar a la gestión de seis hospitales públicos.
La secretaria general ha apostado por la colaboración del sector público y privado en los servicios sociales y sanitarios. «Deben colaborar obligatoriamente», ha afirmado.
Y ha puesto como ejemplo de esa colaboración «el magnífico resultado» que se está obteniendo en Castilla La Mancha en los servicios sociales, donde el 75 por 100 de las prestaciones «no se prestan a través de gestión directa pública de la administración».
«Hay que buscar políticas de eficiencia, nuevos modelos de gestión y aplicar las nuevas tecnologías al sistema de salud porque solo así conseguiremos hacer más por menos», ha apostillado.
Leis ha hecho hincapié en que la sanidad en Castilla la Mancha «estaba en quiebra» en 2011, con 5.000 millones de deuda e impagos «masivos» en servicios, obras, oficinas de farmacia y prestaciones en laboratorios, y con 600.000 facturas sin pagar por valor de 1.700 millones.
«Y en servicios sociales, la situación no era mejor», ha continuado Leis, quien ha dicho que los populares heredaron un escenario que «era consecuencia de una implantación de la Ley de Dependencia que estaba llena de errores y falta de precisión».