Jóvenes «carrozas» de la información pero tan suficientemente preparados que cualquiera con dos dedos de frente querría tenerlos en su redacción, y además en un puesto de privilegio. Por sus micrófonos, por sus bolígrafos o por sus ordenadores han pasado gran parte, por no decir la totalidad, de los políticos de Castilla-La Mancha. Llegan hasta estas líneas porque han sido testigos directos de algunas de las campañas electorales más animadas de las últimas décadas. Ayer y hoy. Y ahí siguen, dispuestos a seguir dando la «guerra» que haga falta…
Sígannos y entren en «nuestro» particular autobús de campaña…
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Sigamos, pues, los pasos de Juan Carlos Santos (Onda Cero), Alfonso Mora (Radio Castilla-La Mancha), Carlos de la Morena (RTVE); Cristina Serena y Sara Burgos (agencia EFE); y Cristina López Huerta (cadena SER).
«LLEGUÉ A PASAR UNA CRÓNICA… ¡DESDE LA COCINA DE UN RESTAURANTE!»
Juan Carlos Santos ha sido jefe de Informativos en Onda Cero CLM durante veintitantos años (26, para ser exactos), ahora en labores de redacción, recuerda la campaña de 1991, «yo solo llevaba un año trabajando en la emisora», en la caravana del socialista José Bono, «cuando teníamos que pasar las crónicas desde los bares, en concreto una vez tuve que llamar a la emisora ¡desde la cocina de un restaurante!», porque los medios eran lo que eran. Lejos quedaba eso de los ordenadores, los teléfonos móviles, la línea RDSL… «El autobús se iba porque tenía que seguir con su programa y a los periodistas de radio nos esperaba un coche escoba hasta que terminábamos las crónicas y nos llevaba de vuelta a la caravana».
Y no se le olvida, todavía se ríe, cuando el último día de la campaña la megafonía, que había funcionado a la perfección hasta ese momento, se estropeó un pueblo antes de llegar a Albacete. «Estaba Bono hablando en público, en ese momento dejó de funcionar y se cogió tal cabreo que tiró el micrófono y rozó alguna cabeza… Ja, ja, ja…».
CUANDO EL CANDIDATO COMPARTÍA LOS DULCES QUE LE REGALABAN CON LOS PERIODISTAS
Alfonso Mora, en estos momentos redactor de informativos de Radio Castilla-La Mancha y vinculado al programa «En camisa de once varas», se «empotró» tanto en 2007 como en 2011 en la caravana del socialista José María Barreda. «En 2007 enviaba las crónicas por teléfono móvil, pero luego tenía que grabar en off los cortes que daban paso a mi información. Cuatro años después había cambiado tanto la tecnología que llevaba un ordenador con el que enviaba la crónica completa».
Recuerda que el candidato socialista «compartía con los periodistas los dulces que le regalaban en los pueblos (iban en un mismo autobús, la parte delantera para Barreda y su comitiva; la de atrás, para la prensa) y que en la campaña de 2011 «hicimos muchos más kilómetros que en la de 2007, porque fuimos casi todos los días a la provincia de Guadalajara, porque se preveía que ahí se decidían las elecciones, como así fue».
EL DÍA QUE BONO PARÓ A ECHAR UNA MEADITA… ¡¡¡Y EL AUTOBÚS ARRANCÓ SIN ÉL!!!
A Carlos de la Morena nadie le va a contar a estas alturas de la película cómo funciona esto de las campañas, porque lleva nada más y nada menos que cuatro a sus espaldas. Redactor del centro territorial de TVE en Castilla-La Mancha, que llegó a dirigir durante unos años, recuerda que Bono daba juego para muchos chascarrillos, como aquel día que pidió al conductor del autobús (entonces viajaban todos juntos en uno dividido en dos plantas, arriba los periodistas y abajo la gente del expresidente) que parara porque necesitaba echar una meadita.
Efectivamente, el autobús paró y con Bono bajaron otros cuantos que también querían aliviarse. Pasados unos minutos «todos volvieron a subir y Tomás Mañas, que era el jefe del operativo, dio la orden de reanudar la marcha, pensando que Bono había subido por la otra puerta. Pero no, no estaba, era el único que se había quedado en tierra». ¡Menos mal que apenas circulado unos metros se dieron cuenta, porque de lo contrario…!
UNA FOTO CON CRISTINA CIFUENTES QUE LA CANDIDATA INCLUSO RETUITEÓ
15 días juntos dan para mucho. Lo sabe bien Cristina López Huerta (quien cubre habitualmente para SER CLM la información política y económica que genera esta región y que vive su segunda campaña electoral en directo y también segunda siguiendo a María Dolores de Cospedal) quien define la relación entre los periodistas como un Gran Hermano cualquiera y recuerda con una sonrisa el encuentro el pasado martes 19 entre la candidata del PP a la reelección y Cristina Cifuentes, candidata del PP a presidenta de la Comunidad de Madrid, «porque nos olvidamos por un momento de nuestra profesión y nos acercamos a Cifuentes para hacernos fotos con ella».
De hecho, la foto se la enviaron vía Twitter a la propia candidata madrileña y ésta la retuiteó. La experiencia completa la pueden leer en el blog que Cristina, la periodista, ha abierto en la página web de la SER para contar «la cara b» del 24-M (pinchen aquí).
EL CANSANCIO SE ACUMULA PORQUE ES UN DÍA TRAS OTRO SIN PARAR…
El cansancio que se acumula durante los 15 días es quizás lo peor que lleva Cristina Serena, andaluza que es «novata» en campañas pero no en el periodismo político, ya que los últimos tres años y medio cubre la información para la agencia EFE en Castilla-La Mancha, en su delegación de Toledo. Es la primera vez que se sube a un autobús electoral, en este caso al que cubre el periplo de Cospedal, «pero quería probar la experiencia, me apetecía hacerla. Y daba por hecho que la iba a hacer, porque cubro la información política a diario».
Ahora, en estos días, es cuando nota más «la cercanía de los políticos». En una campaña en la que hay días que tiene que cubrir hasta seis actos, y como una agencia lo cubre todo, pues no para. ¿Se reciben presiones estos días que «conviven» al minuto con los políticos? «No, no las hay, yo estoy contando lo que escucho y lo que veo».
EL DOBLE DE BISBAL Y EL SAXOFONISTA QUE PAGE CONOCIÓ EN UN BAR
En una campaña a uno le da tiempo a conocer… Hasta al doble de David Bisbal, como le sucedió a Sara Burgos, la periodista de la agencia EFE que cubre la información que genera Emiliano García-Page, candidato del PSOE, y a todos sus compañeros de autobús. El otro Bisbal, que guarda un parecido más que razonable con el original, estaba en Malagón (Ciudad Real) cuando fue Page porque, curiosamente, es el candidato número 6 en la lista de la localidad.
Para Sara «cubrir una campaña es una experiencia enriquecedora y aprendes mucho, no paras de trabajar y la actividad es continua, pero el esfuerzo que hacemos merece la pena». También, a modo de anecdotario, cuenta la historia del saxofonista que acompaña a la caravana y que actúa a diario en el mitin de cierre de jornada, «y al que Page conoció en un bar durante las fiestas de un pueblo, le gustó y le contrató».
«LA PRIMERA CAMPAÑA QUE HACES TE LLENA, ES LO MÁXIMO SI TE GUSTA LA INFORMACIÓN POLÍTICA»
Todos coinciden en que «la primera campaña que haces te llena mucho», como afirma Mora, «es lo máximo si te gusta la información política». O, como dice Santos, «todos los periodistas deben subir a un autobús al menos una vez, yo al menos lo recomiendo».
Año fructífero en anécdota para Santos fue el que vivió en la campaña de 1991, como cuando en una provincia de la región «los políticos de la provincia se subieron un rato al autobús y se tomaron todos los refrescos que había en el frigorífico destinado para los periodistas. ¡Se llevaron una bronca de Mañas…!». O cuando durante una comida en las lagunas de Ruidera, un domingo de comuniones, «una niña que estaba en el salón de al lado cruzó la sala donde estábamos y vio a Bono. La niña regresó a los pocos minutos con los padres para que les firmara el libro de la comunión. Bien, pues se corrió la voz entre el resto de las comuniones que allí estaba Bono y a la hora de los postres fueron casi todos a verle…».
También coinciden todos en que la actividad profesional del periodista durante los 15 días es un sin parar. Mucho trabajo, muchos actos, muchos mítines… «Escuchas tantas veces los mismos mensajes cada día y de forma machacona… Terminas por tararear la música del partido con el que vas», afirma Mora.
«Me gusta trabajar en una campaña -dice De la Morena-, disfrutas y vives la tensión de las elecciones. Ademas, lo hacemos plenamente tranquilos, libres y autónomos». De la Morena y el equipo de TVE van en una furgoneta aparte y llegan a los pueblos antes que el candidato, «llevamos mucho material entre trípode, cámaras, baterías… Y nos gusta tomar imágenes desde que llegan, por lo que si fuéramos en el autobús no podríamos».
López Huerta hace una comparación entre la primera campaña que vivió con Cospedal y la actual, «en esta ocasión echo de menos que hicieran más actos públicos de calle. Hace cuatro años tomaban churros con la gente, había meriendas, comidas al aire libre… y en esta ocasión hay muy pocos».
Terminamos con la más joven de los periodistas de este reportaje, Sara Burgos, quien insiste en que el trabajo que realizan todos sus compañeros que cubren la campaña es arduo.
Y este periodista da fe, ya que ha cubierto seis campañas consecutivas, desde 1995 hasta hoy, subiéndose en días alternos a los autobuses de los dos grandes partidos.
Periodistas que no paran de escribir, de trabajar, de radiar… La actividad es frenética.
Auténticos profesionales…