La Junta de Castilla-La Mancha y la de Extremadura han acordado solicitar formalmente al Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible la elaboración de un nuevo estudio informativo que permita analizar en profundidad la necesidad de la A-43, una reivindicación «histórica» de ambas comunidades.
Así lo han puesto de manifiesto el consejero de Fomento de Castilla-La Mancha, Nacho Hernando, y el consejero de Infraestructuras, Transporte y Vivienda de Extremadura, Manuel Martín, tras la reunión que ambos han mantenido este jueves en Toledo para abordar «temas de interés común» y en la que ha habido «ambiente de cordialidad, seriedad y profesionalidad», y que esperan que se repita en tierras extremeñas.
La A-43 por la opción sur, compatible con mejoras en la N-430
Los dos consejeros han tratado las mejoras que ambas comunidades autónomas exigen al Ministerio para la carretera N-430.
En este sentido, el consejero castellanomanchego ha defendido que hacen falta mejoras «urgentes y necesarias» para reducir la siniestralidad mediante tramos de 2+1 carriles, algo que es «perfectamente compatible», ha dicho, con la defensa del trazado sur de la A-43, «importante» para conectar Puertollano y Almadén y que pueda llegar a Lisboa convirtiéndose en «un canal de riqueza para toda España» y en particular par Castilla-La Mancha y Extremadura.
Una necesidad de «convertir en autovía» la N-430 que ha compartido su homólogo extremeño, que ha hecho hincapié en que esta vía es conocida en Extremadura como «la carretera de la muerte» por «su alta siniestralidad y gran volumen» de tráfico pesado.
«Es una reivindicación histórica de Extremadura y Castilla-La Mancha porque la conexión es la misma que hace 30 años pero con mucho más volumen de pesados», ha manifestado.
También han hablado ambos del transporte de viajeros por carretera, una cuestión en la que ambas regiones se sienten agraviadas ya que hay líneas que comparten que fueron eliminadas durante la pandemia y aún no han sido restablecidas.