El secretario general de Podemos de Castilla-La Mancha, José García Molina, se ha mostrado este lunes «convencido» de que a su formación le irá «mejor» en las elecciones autonómicas y municipales del 26 de mayo de lo que le ha ido en los comicios generales del 28 de abril.

En declaraciones a los medios de comunicación acompañado de la secretaria de Organización de Podemos en la región, María Díaz, el líder de la formación morada ha reconocido que Unidas Podemos en la región no ha obtenido el resultado que quería, que era mantener los dos diputados que logró en las anteriores elecciones nacionales e incluso ampliarlo.

Sin embargo, los han perdido y en este sentido ha dicho que esta misma situación ha pasado en Castilla y León y Extremadura, comunidades «hermanas y vecinas» con similitudes en cuanto a demografía y cultura, en las que «la derecha ha seguido hegemonizando el voto a pesar de su división», ha lamentado.

Estos resultados, ha explicado, les tienen que llevar a una reflexión sobre todo de cara a las autonómicas y municipales que tendrán lugar dentro de menos de un mes, en las que espera «dar un giro para seguir consolidando posiciones y siendo parte de la gobernabilidad de Castilla-La Mancha».

Podemos cree que no se puede extrapolar el voto de las generales a las autonómicas

Según García Molina, los resultados de las elecciones generales «no se pueden extrapolar» a las autonómicas, pese a que sí denotan que hay unos «bloques» establecidos que podrían repetirse en mayo, con uno de derechas que a su juicio absorbe el voto de la «descomposición del PP» y prueba de ello es que en Castilla-La Mancha ha perdido 210.000 votos que han recogido Cs y Vox, y sobre este último ha considerado que «no ha conseguido voto nuevo».

Además, a preguntas de los periodistas, ha opinado que su entrada en el Gobierno de Castilla-La Mancha «no penalizará» a Podemos porque ha defendido que ha demostrado a qué vinieron y las cosas que han hecho «con solvencia y garantías».

En cualquier caso, el secretario regional de Podemos ha destacado la alta participación en las elecciones del 28 de abril, la cual ha vinculado a que «España ha dicho alto y claro que no quiere un Gobierno de derechas y con la ultraderecha», por lo que «buena parte de las expectativas creadas por el ‘trifachito’ o ‘trío de Colón’ se han venido abajo», ha celebrado.

Por ello, ha apostado por, ante el «desplome absoluto» del PP, que se constituya un gobierno «progresista» en España con PSOE y Podemos como hay en Castilla-La Mancha, que pueda «gobernar para la gente y con la gente aportando garantías, estabilidad y haciendo que la vida de la gente sea mejor».

Sin embargo, ha señalado que «parece que Pedro Sánchez titubea y quizás invite a Cs a ese Gobierno», lo que ha tildado de «muy mala noticia y un error» porque Cs «no puede hacer más que llevarle a la derecha».

No obstante, ha incidido en que en Castilla-La Mancha no extrañaría esta situación porque el secretario regional del PSOE y presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha dicho «por activa y por pasiva» que «quiere gobernar con Cs» porque «que Podemos le haga más socialista de lo que es, parece que no le gusta».

Con todo, ha manifestado: «Falta una campaña por delante que esperamos que nos siente bien y estoy esperanzado en poder revalidar, si así lo quiere la gente y las fuerzas políticas, un gobierno de progreso en Castilla-La Mancha», ha concluido.