«Si el PSOE no quiere presentar ninguna enmienda (a la reforma del Estatuto de Autonomía), está en su derecho, pero nosotros estamos convencidos de que la reducción a la mitad del número de diputados es una buena medida».
María Dolores de Cospedal, presidenta de Castilla-La Mancha, se refería de esta forma a la intención del PSOE de Castilla-La Mancha de no presentar enmiendas, ni parciales ni total, a la reforma del Estatuto de Autonomía que va a suponer, una vez que se apruebe en las Cortes regionales, la reducción a poco menos de la mitad de los parlamentarios autonómicos.
Y como quiera que el PSOE lo ha seguido calificando de «pucherazo», Cospedal no ha querido utilizar ese término, «pero actuación irregular fue la ley electoral que permitía ganar al partido que no sacara el mayor número de votos (se refería a la que se aprobó durante el Gobierno del socialista José María Barreda, que no contó con el apoyo del PP). Eso sí era lo que usted me acaba de decir pero que yo no voy a citar (el pucherazo)».
Cospedal ha incidido, como han hecho desde el PP durante las últimas semanas, que ningún ciudadano «entiende que no vaya a haber democracia en Castilla-La Mancha porque se reduzca el número de diputados. No lo entiende ningún ciudadano».