«No me arrepiento de nada de lo que hemos hecho, con carácter general repetiría todo». Son palabras de María Dolores de Cospedal, justo un año después de que fuera elegida presidenta de Castilla-La Mancha y justo después de la primera reunión del nuevo Comité Ejecutivo Regional del PP.
Acompañada por la mayoría de los miembros de la nueva dirección (Vicente Tirado, Leandro Esteban, Carmen Riolobos, Jesús Labrador, Beatriz Jiménez, Marcial Marín, Antonio Serrano y Rosa Romero), Cospedal reiteró que «cuando llegamos prometimos decir la verdad a los castellano-manchegos sobre las cuentas públicas y hemos cumplido».
Porque «las cuentas que nos dejaron eran mucho peores de lo que dijeron, por lo que el esfuerzo que hemos pedido a los ciudadanos ha sido mucho mayor de lo que pensábamos».
Insistió en que en agosto de 2011 se aprobó el Plan de Garantías de los Servicios Sociales Básicos y que se encontraron con una deuda de 10.800 millones de euros, «la mayor que tenía una comunidad autónoma por habitante. De hecho, tenemos que pagar un millón de euros al día solo en intereses contraídos».